Un penalti muy riguroso, en el que el Papu Gómez y Moncayola disputaron el balón y el árbitro interpretó que el argentino había golpeado al español, desequilibra un partido igualado, en el que no hubo un dominador claro, que empezó a un ritmo infernal para la fecha en la que estamos y que, cuando el Sevilla lo tenía donde quería, Del Cerro Grande se encargó de darle la vuelta. Mal el equipo de Lopetegui, que no fue capaz nunca de demostrar la mayor calidad que se le presupone y un aviso claro a Monchi: faltan los centrales. La defensa fue lo peor dentro de la mediocridad.
Pocas sorpresas ofreció Lopetegui en el once inicial y eso que del centro del campo para adelante se prestaba a especulaciones. Tal vez la única fuera la presencia de Rafa Mir, tras un tiempo lesionado, por delante de En-Nesyri. Delaney se había ganado la oportunidad erigiéndose como el mejor en el Trofeo Antonio Puerta y sólo podría aparecer la duda de Ocampos, que no se entrenó durante parte de la semana, aunque, como en otras ocasiones, parece que fue por precaucion. Un equipo muy ofensivo en el que el Papu Gómez era el encargado de llevar la batuta.Osasuna arrancó con una marcha.
energía que mantuvo el equipo navarro con el objetivo de aprovechar estos primeros minutos en los que estaba más fresco para apretar a un Sevilla que suele ir durmiendo los partidos confrme el ritmo baja y empieza a poner él el ritmo del partido.Ese esfuerzo tuvo premio, con esos dos mismos protagonistas. Transcurría el minuto 9 cuando Rubén Peña, que se estrenaba como titular, mandaba un centro preciso al segundo palo para que el Chimy Ávila, muy solo y ganándole la espalda a Gudelj, remataba de cabeza a placer. No habían llegado a los diez minutos y ya tocaba remontar ante un equipo correoso. No podía verlo peor el equipo de Lopetegui, que no había asomado por el área contraria.