Partido con poca historia. Solo hubo un equipo sobre el césped del Nuevo Mirandilla en la tarde de hoy, y no fue precisamente el local. El Cádiz fue completamente atropellado por el Athletic, que goleó a los gaditanos endosándoles cuatro goles. Una cuenta que podría incluso haber sido mucho mas abultada.
Un día mas, el Cádiz salió al campo dormido y siendo completamente avasallado por su rival. Entre despistes y errores de los jugadores amarillos, el Athletic tardó poco en tener varias ocasiones muy claras de gol. Unas acciones que no servían para despertar a los gaditanos, totalmente incapaces de organizar una ofensiva decente y que no puso en apuros en ningún momento de la primera mitad a la defensa vasca.
Al final, uno de esos tantos errores que estaban cometiendo los jugadores del Cádiz se acabó transformando en gol del Athletic. Iñaki Williams aprovechó un mal pase atrás para regatear a Ledesma y adelantar a los visitantes. El propio Iñaki tuvo otra muy clara poco después que no aprovecho y, mas tarde, falló un penalti. Un penalti provocado por una mano del Pacha en un centro lateral que no dejó muchas dudas al árbitro. Afortunadamente para el Cádiz, Ledesma adivinó las intenciones del 9 del Athletic y detuvo el lanzamiento. Podía estar relativamente contento el Cádiz, porque se fue al descanso perdiendo solo por 0-1, cuando fácilmente podría haber encajado un par de goles mas.
La segunda mitad comenzó con una ocasión de Negredo que no fue mas que un mero espejismo. Porque a partir de ahí, el Athletic siguió con su dominio y que llegasen mas goles era cuestión de tiempo. La primera clara de los leones en la segunda mitad acabó dentro de la portería, tras un gran movimiento y posterior disparo de Guruzeta. Los cambios de Sergio no surtían ningún tipo de efecto y el Athletic seguía a lo suyo.
Berenguer remató al Cádiz con el tercero. Y Guruzeta, ya en el descuento, agrandaría la herida con el cuarto. Partido sin mucha historia desde el minuto 1 hasta el pitido final. El Cádiz fue un simple juguete en las manos del equipos bilbaíno, que podría haber aumentado todavía mas sin contador de goles de no ser por Ledesma. Situación muy preocupante en el Nuevo Mirandilla.