Poca historia hubo en San Mamés, que fue testigo de la cuarta derrota consecutiva de los de Rubi. El Athletic pasó por encima del Almería de principio a fin y se acabó llevando el triunfo cómoda y merecidamente por un contundente 4-0.
Un minuto necesitó el Athletic para tener la primera ocasión clara, en lo que fue una pequeña muestra de lo que iba a ser el encuentro. Un monólogo de los leones de principio a fin. Solo en los primeros minutos se vio un Almería que intentó romper esa superioridad, pero Iñaki Williams se encargó de bajar los humos a los andaluces marcando el primero de la noche. Poco después, para dejar todavía mas tocados a los de Rubi, Sancet hizo el segundo.
En apenas 20 minutos, el partido ya estaba muy decantado para los locales, que eran dueños del encuentro ante un Almería que, mas allá de algún tímido intento de contra, no se asomaba por la portería de Unai Simón. El tercero estaba mas cerca de llegar que el primero de los almerienses, totalmente incapaces de responder al Athletic.
El descanso pudo suponer una oportunidad para que Rubi moviera sus piezas y diera un nuevo aire al equipo, pero nada mas lejos de la realidad. El VAR anuló el tercero del Athletic por fuera de juego de Iñaki, pero era cuestión de tiempo que acabará llegando. Y fue su hermano, Nico, quien acabaría haciéndolo. Partido visto para sentencia.
Con el 3-0, el Almería tuvo sus dos ocasiones mas claras, sin aprovecharlas para adornar el marcador. Y lo que acabó llegando fue el cuarto, obra de Vesga desde el punto de penalti. Eso sí, una pena máxima mas que rigurosa, pero que a esas alturas de partido, poco importaba, pues el resultado no iba a cambiar mucho.