Reparto de puntos en el Nuevo Mirandilla. Un resultado no del todo malo para el Cádiz, pues le compitió de tú a tú al Villarreal. Los porteros de ambos equipos acabaron siendo los grandes protagonistas, pues sus intervenciones provocaron que no hubiera goles en el encuentro.
La contraposición de estilos no tardó en hacerse ver, con el Villarreal buscando la posesión y el Cádiz los contragolpes. Los castellonenses tuvieron los primeros avisos serios, pero un gran Ledesma le negaba el gol a Jackson en dos ocasiones. Pero los gaditanos, con sus armas, no tardaron en responder y obligar a Rulli a tener que intervenir también.
El balón iba de un área a otro con rápidez, en un intercambio de llegadas de ambos equipos de esos que son divertidos para un espectador neutral, pero que pone de los nervios a los entrenadores. No había orden ni control ninguno, pues el Villarreal llegaba a la portería de los andaluces, pero cuando perdía el balón, no replegaba rápido, permitiendo al Cádiz llegar hasta su portería.
Tras el descanso, Emery ajustó y, ahora sí, el Villarreal se hizo con el control de la posesión y del partido. El Cádiz ya no podía correr con espacios con tanta facilidad ni mantener la pelota. Por tanto, ahora le tocaba replegar y defenderse, a la espera de que surgiera una oportunidad. Los visitantes pudieron adelantarse de no ser por el palo y, otra vez mas, por las intervenciones de Ledesma, quien volvía a ser el mejor del Cádiz otro partido mas.
Los gaditanos resistieron y, con el paso de los minutos, volvieron a recuperar terreno. Las llegadas a la portería de Rulli volvían, con Lucas Pérez y Choco Lozano teniendo sendas ocasiones para marcar. Llegaron los últimos minutos con el empate todavía vigente, pero los nervios y el miedo a perder acabaron pesando demasiado.