Otra jornada sin poder ganar, pero con un empate que no es del todo malo. El Betis y el Valladolid empataron a cero, con el equipo verdiblanco jugando casi una hora de partido con un hombre menos tras la expulsión de Pezzella.
El Betis arrancó el partido avisando, con Borja Iglesias rematando alto tras una buena jugada de Canales. El equipo pucelano se fue quitando el susto del cuerpo poco a poco y comenzaba a ir al ataque, buscando los espacios por los carriles laterales, pero sin la profundidad suficiente para inquietar a la defensa bética. Los verdiblancos presionaban arriba para evitar esos ataques y, con el paso de los minutos, lograron controlar el partido.
Empezaba a tener problemas el Valladolid para salir de su campo y el Betis se iba acercando cada vez mas a la portería de Asenjo. Pero cuando parecía que los de Pellegrini tenían mas controlado el choque, uno de los balones largos del equipo local les complicó las cosas. Óscar Plano se marchaba solo hacia la portería de Rui Silva y Pezzella le derribó siendo el último hombre. El árbitro primero paró la jugada por mano del delantero, pero el VAR mandó a revisar la jugada, pues la mano no era tal y la jugada, por tanto, implicaba roja directa al defensa argentino del Betis. Por segunda jornada consecutiva y con una acción muy parecida, los hispalenses se quedaban con diez.
El Valladolid ahora tenía toda una mitad por delante en superioridad numérica para buscar ponerse por delante. Pero los pucelanos no eran capaces de definir con acierto y el Betis resistía. De hecho, los cambios hicieron que los verdiblancos llegasen a controlar de nuevo el partido incluso en inferioridad, teniendo ocasiones también para romper el empate.
Pero con el paso de los minutos y las fuerzas mas justas, el Betis comenzaba a ver con buenos ojos el empate. Ante la falta de ideas del Valladolid, los verdiblancos mantenían la posesión y dormían el partido. No fue hasta el tramo final que los locales pudieron romper el empate, pero Rui Silva salvó al Betis, que se llevó un punto del José Zorrilla.