El Unicaja de Málaga se impone en la final a Lenovo Tenerife por 80-83 y logra una Copa del Rey para los anales de la historia. 

Eran los favoritos. Venían de eliminar a los dos gigantes: Barcelona en cuartos y al Real Madrid en semifinales. Sin embargo, en una final, y más ante un rival tan peligroso como Lenovo Tenerife, todo podía pasar. Y así fue, un partido muy disputado que se decidió en los minutos finales por pequeños detalles y que ambos conjuntos pudieron ganar.

UN PARTIDO DE IDA Y VUELTA

Durante todo el encuentro fue un intercambio de golpes entre ambos equipos. Con Marcelinho Huertas como principal baluarte de los isleños, incluidas dos canastas desde el centro del campo, Lenovo Tenerife se mantenía en el partido. El brasileño volvió a dar una clase de cómo dirigir un partido y a sus 39 años terminó con un doble-doble de 21 puntos y 10 asistencias. Su compañero Shermadini también realizó una gran labor para su equipo y terminó con 20 puntos, insuficientes para ganar el trofeo. 

En el Unicaja era Tyson Carter, que terminaba con 17 puntos, todos en la segunda mitad, quien sostenía al equipo en los minutos decisivos y finalmente sería designado como MVP de la final. Merecido. El escudero del escolta estadounidense en la final, Kalinosky, hizo 14 puntos y varios triples de gran valor para su equipo. 

El choque se decidió en los minutos finales  con un robo del incansable Alberto Díaz a falta de 1:15 para el final, que finalizaba al contraataque Osetkowski para poner en el marcador un 72-80, ya inalcanzable para el club tinerfeño. Previamente, dos triples, uno de Osetkowski y otro de Barreiro, junto con un robo decisivo de este último, habían asestado dos golpes muy duros de sobreponerse para Lenovo Tenerife.

En el camino para llegar a la final, los de Ibon Navarro ha logrado algo prácticamente impensable: ganar al FC Barcelona y al Real Madrid en días consecutivos. Todo una hazaña para el club que levanta su segunda Copa del Rey tras la obtenida en 2005. 

UNA COPA CON UN SIGNIFICADO MUY ESPECIAL

Para el club, la consecución de la Copa del Rey es un hito de gran importancia, sin embargo, para uno de los jugadores el reto ha sido aún mayor. Darío Brizuela, uno de los capitanes del equipo, ha pasado una de las ”peores semanas” de su vida como el mismo confesó tras el partido contra el FC Barcelona. Una enfermedad de su hijo le mantiene ingresado en el hospital y para el jugador ha sido muy complicado disputar esta Copa por su situación personal, aunque gracias a sus compañeros ha podido participar: ”He estado con la cabeza en dos sitios y sin la ayuda de mis compañeros no habría estado aquí, se lo debo todo a ellos. Les estoy eternamente agradecido”, expresaba Darío tras la victoria en la final. 

DOS CAPITANES, DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA

Parte del éxito de Unicaja corresponde a sus dos capitanes: Alberto Díaz y Dario Brizuela. Los dos españoles, ambos jugadores de la selección, se han echado el equipo a su espalda en los momentos más decisivos durante este Copa. Dario Brizuela con 27 puntos fue el jugador más importante en el histórico duelo que Unicaja ganaba en la prórroga al Barcelona. Por su parte, Alberto Díaz, no tanto con sus estadísticas, sino con su defensa y habitual liderazgo tanto dentro, como fuera de la cancha. Ambos jugadores fueron los encargados de levantar el trofeo de campeones.

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