Un partido de ensueño era de esperar hoy en el Teatro de los Sueños, o mejor dicho en Old Trafford. Ambas entidades iban a ofrecer buen juego, pues con Ten Hag y con Pellegrini, esto estaba más que asegurado. El gran desplazamiento de la afición bética ha hecho que parte del juego se vea condicionada para los ‘Red Devils’.
MANCHESTER UNITED: De Gea; Dalot, Varane, Lisandro, Shaw; Casemiro, Fred; Antony, Bruno Fernandes, Rashford; Weghorst.
REAL BETIS BALOMPIÉ: Bravo; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Abner; Guido, W. Carvalho; Luiz Henrique, Joaquín, Juanmi; Ayoze.
El árbitro alemán, Daniel Siebert, daba comienzo al encuentro que iba a empezar dominando el club de Ten Hag. Los primeros minutos comenzaban de manera ajetreada con bastante peligro por parte de los Diablos Rojos de Old Trafford. Tanto así el peligro que, tras varias llegadas, llegó el gol tempranero del conjunto británico. Un «fallo» de Luiz Felipe iba a condenar que la lata se abriese. Rashford ponía el primero para los locales.
Con un juego bastante destacable y con pocas jugadas de peligro del Real Betis, la ilusión de los que iban de rojo parecía que les iba a durar bastante, y hubo un claro control del partido de los locales, mas no por mucho tiempo. En el 30′ iba a llegar el gol del conjunto verdiblanco, el que empataba el partido y la ilusión de los desplazados empezaban a tomar forma.
Un control ilusionante de Juanmi, que según los de Ten Hag era mano, iba a permitir la asistencia para Ayoze, y el canario definía con el empeine exterior donde no llegaba De Gea. Una primera parte bastante emocionante del cedido por Newcastle, jugador que ya tiene experiencia con equipos británicos por su paso por el anteriormente mencionado y por el Leicester City. La primera mitad iba a finalizar sin más ocasiones especiales y sin jugadas resaltables.
Antony iba a señalar el principio de la segunda parte con un auténtico golazo. Bravo no pudo hacer otra cosa que mirar el balón cabizbajo y desespero y ver cómo entraba el esférico por la escuadra. Imposible para el chileno. Entraba enchufado el Manchester United y se venía abajo el plan del Betis.
Pocos minutos después parecía que Bruno iba a cerrar el partido con un testarazo que la ponía en la malla de la portería. Eso sí, el jugador entraba muy, muy solo, sin problemas algunos. Nadie lo cubre y remata con toda la tranquilidad del mundo. Entraban Canales y Ruibal para darle aire y un poco de electricidad al partido que, por parte de los de Pellegrini, iba a estar muerto. Sin jugadas en la segunda parte, muy, pero que muy mejorable el conjunto español.
Una buena defensa es el mejor ataque, y así lo mostraba el club de Manchester. Sacaron tiros hasta debajo de la manga, jugadas por doquier. Parecía que el club quería bajar de la eliminatoria al conjunto de las trece barras. Y como bien dice el dicho, el que la sigue, la consigue. Llegó el gol de Weghorst que deja con un pie fuera a la entidad sevillana.
A destacar, y para mal, la actuación del Real Betis en la segunda parte, que parecía que iba a competirle con claridad al club de Reino Unido, pero sólo iba a hacerlo durante la primera parte. También hay que saber que dos goles en pocos minutos te desestabiliza mentalmente y te deja con el pensamiento en otro lugar. Y como dijo Pellegrini en rueda de prensa post-partido «no pudimos retomar el control del balón».