Llegaba la Europa League al Sánchez Pizjuán y con ella, la sonrisa de todo el sevillismo. Una gran segunda parte de los de Sampaoli les permite ir a Turquía con una renta de dos goles sobre el Fenerbahce.

Con la tensión de unos octavos de final en Europa comenzaba el encuentro. Ningún equipo se atrevía más que el otro, pero ninguno se guardaba nada. Un ida y vuelta en los primeros minutos que pudo beneficiar al Fenerbahce que tuvo el 0-1 de la eliminatoria en las botas de William Arao en el minuto 7, pero Dmitrovic salvaba a su equipo con una gran intervención. Sería el propio Dmitrovic quien volvería a salvar al Sevilla unos minutos después desviando un centro que se disponía a rematar a gol el delantero ecuatoriano Enner Valencia.

Después de unos primeros minutos de gran intensidad en los cuales el Fenerbahce se sintió más cómodo y creó más peligro, el Sevilla quiso poner su ritmo al partido. Una falta lanzada por Ivan Rakitic que se envenenaba y un posterior remate de cabeza a la salida de un córner en la jugada siguiente, despertaba al equipo, aunque la presión e intensidad de los visitantes seguía siendo un escollo muy grande para los de Sampaoli.

Un puro espejismo. Al filo de la media hora de partido Joshua King se plantaba delante de Dmitrovic en un mano a mano que el portero sevillista volvía a resolver de forma brillante para su equipo. El Sevilla sobrevivía gracias a las acciones de su portero.

0-0 AL DESCANS0… Y GRACIAS

Con el trascurso de los minutos la intensidad, como era presumible, bajó. Ambos equipos se dieron una tregua. Sin embargo, antes del descanso fue nuevamente el Fenerbahce quien tuvo las ocasiones para adelantarse en el marcador. Primero era Enner Valencia quien no terminaba de rematar un buen centro desde el costado izquierdo y, posteriormente, Joshua King, sin oposición en el centro del área, remataba alto de cabeza un centro, esta vez desde la banda derecha. El final de los primeros 45 minutos se daba tras una pequeña trifulca entre ambos equipos que el árbitro del encuentro resolvería con sendas amarillas.

El Sevilla tenía que reaccionar en la segunda mitad y Sampaoli era consciente de ello. En el descanso se quedaba en los vestuarios Alex Telles y entraba Joan Jordán al campo. Un cambio ofensivo que hacía despertar al Sevilla y empezar los segundos cuarenta y cinco minutos con una doble ocasión. Primero En-Nesyri no llegaba por poco a un centro de Navas y luego Nianzou tendría la mejor ocasión hasta el momento para los locales con un contundente remate de cabeza que despejaba a córner el portero visitante, Bayindir.

Con el cambio de aires en el juego del equipo, la afición acompañó al equipo y se vino arriba conscientes del papel tan importante que juegan en partidos como este.

EL CAMBIO LE DIO LA RAZÓN A SAMPAOLI

Sampaoli había introducido a Jordán en el descanso… y el tiempo le dio la razón al técnico argentino. En el minuto 55 de partido y tras una gran jugada de Bryan Gil en el pico del área, Jordán pescaba un balón en la frontal que terminaba en gol tras rechazar en un defensa turco. Con el 1-0 en el marcador el Sánchez Pizjuán entraba en ebullición y Sampaoli respiraba aliviado.

Tras el gol, el partido bajó la intensidad con la que empezó la segunda mitad. El Sevilla más tranquilo con el resultado a favor, intentó dormir el partido. El Fenerbahce por su parte seguía levantándose del duro golpe recibido. Hasta el minuto 70 de encuentro los visitantes no volvieron a causar peligro sobre la portería sevillista. Una doble ocasión de Enner Valencia, la primera con un disparo desde el pico del área y la segunda con un remate de cabeza, hacía intervenir nuevamente a Dmitrovic que seguía muy seguro bajo palos.

A LA CONTRA SENTENCIÓ EL SEVILLA

En los minutos finales con el equipo turco volcado en el ataque, el Sevilla pudo lograr la sentencia y un resultado aún mejor de cara al partido de vuelta. En el 78, una buena contra conducida por Lamela era finalizada por el propio Lamela tras un nuevo gran centro del incombustible Jesús Navas, pero el tiro del argentino se marchaba desviado.

Las contras del Sevilla seguían cayendo y la sentencia llegó en una de ellas. Con la defensa del Fenerbahce desordenada y dejando muchos espacios, Ocampos aprovechó su frescura y después de una gran jugada personal, dejaba el gol en bandeja para Lamela que, tras haberlo intentado anteriormente, tenía su gol.

El 2-0 sentenciaba el partido y deja al Sevilla con un resultado muy favorable para la vuelta, aunque los partidos en el conocido “infierno turco” nunca son sencillos. Los cambios dieron la razón a Sampaoli que tras una primera mitad muy mala de su equipo, supo reaccionar y dio con la tecla, puesto que los dos goleadores del encuentro entraron en la segunda mitad.

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