Un balance a destacar de las primeras cuatro jornadas de liga para el Almería podría centrarse mayormente en los problemas a los que se enfrenta la plantilla que a la clarividencia mostrada por los jugadores de manera individual. No es una crítica, es una evidencia reconocida por el míster. Al equipo se le acumulan los problemas, concretamente uno por línea. Hubo posibilidades de disipar dudas ante el Celta, pero la mala racha cosechada en los primeros duelos de la temporada no invitan al optimismo. Una serie de infortunios que colocan a los almerienses en el pozo de la clasificación durante, al menos, las próximas dos semanas.
Maximiano no transmite seguridad
El meta luso llegó a Almería con el claro objetivo de despejar cualquier tipo de debate en portería, como así sucedió la pasada temporada con Pacheco y Fernando Martínez. Lejos de acercarse al objetivo, Maximiano fue pitado durante algunas fases del encuentro, mientras que un sector de la grada aclamaba a Fernando, anterior portero titular. Sus indecisiones en las salidas de balón aéreo han instalado dudas e incertidumbre sobre su fiabilidad.
Falta de contundencia en la parcela defensiva
La llegada de César Montes tiene como uno de sus objetivos asentar una pareja fiable de centrales en la zaga indálica. La duda surge sobre su acompañante en el central diestro. Édgar, a priori, parte con ventaja y podrían ser los dos elegidos para el próximo encuentro ante el Villarreal en el Estadio de la Cerámica. Lo que sí es seguro, y reconocido por Vicente Moreno, es que es insostenible poder marcar dos o tres goles por partido para poder puntuar. Nueve goles encajados en cuatro encuentros son demasiados para cualquier equipo, independientemente de sus objetivos.
Pocos efectivos en el mediocentro
El equipo cuenta con un centrocampista menos que la temporada pasada, y eso puede pasar factura. Las bajas de César De La Hoz, Íñigo Eguaras y Samú Costa han supuesto la llegada de Dion Lopy e Idrissu Baba, que son acompañados por un Robertone indiscutible. Gonzalo Melero podría asumir el rol en algunos partidos, pero no es su posición.
Sin pólvora en ataque
Siendo la zona con más recursos en ataque, las piezas ofensivas del equipo siguen negadas de cara a portería. De los cuatro goles anotados, dos son de defensores (Akieme y Kaiky), mientras que los otros dos llevan el sello de Sergio Arribas.
Y no es porque no se remate entre palos, el equipo lleva una media de cinco remates a puerta por encuentro, pero falta lo más importante, el gol. Aunque parece evidente que este bache sólo se resuelve con trabajo en equipo, especialmente en las jugadas de estrategia. Tiene trabajo Vicente Moreno en estos próximos días.