El delantero catalán vuelve a una convocatoria del Villarreal después de salir lesionado en la primera jornada liguera. Aún habiendo padecido una desmejora en cuanto a minutos, Gerard es uno de los pilares incondicionales de este Villarreal repleto de capacidades aún inexperto en ciertas facetas.
El «7» del Villarreal vuelve a estar listo tras ese parón que debió parecer tras el pistoletazo de salida de la competición. Gerard, a sus 33 años, sigue siendo fundamental para el conjunto amarillo, al que fabricó 5 aportaciones de gol la pretérita temporada, buscando en esta volver a ejercer desde un rol más secundario aunque siguiendo como ese líder de una plantilla tan renovada como la del Villarreal.
Un calvario de lesiones
Al de Santa Perpètua de Mogoda se le caen los goles pero también las lesiones. 79 son los partidos que se ha perdido el delantero catalán desde que recaló en El Madrigal hace más de un lustro. Tanto su gemelo como su muslo han sido las dos zonas por antonomasia en cuanto a dejar frenado al ariete, que ha tendido a caer lesionado cuando más cerca de la regularidad y el buen hacer se encontraba —claro ejemplo, el inicio de la presente temporada—.
Todo ello, lejos de no pasarle factura, ha hecho que el hegemónico delantero del Villarreal haya ido perdiendo facultades físicas a medida que regresaba de las lesiones, sin olvidarse de la tarea de realizar goles. Aunque cada vez sumándose esas lesiones a su edad, se ha ido viendo un Moreno perdiendo en esa desenvoltura con la que se dio a conocer en cuanto a estar cerca del área.
Pese a su considerable historial médico, al Villarreal no se le ha pasado por la cabeza el abandonar al que es el máximo goleador de su historia (298), poseyendo esa paciencia y capacidad de reinversión del jugador a la dinámica que ha hecho en este caso Marcelino una vez el catalán ha recibido el alta médica, no siendo para nada una extrañez que el canterano espanyolista cuente con minutos antes de lo esperado.
Jugador de grandes noches
Gerard Moreno es de los pocos jugadores en plantilla que pueden decir que han levantado un título con el Villarreal y llegado lejos en Champions League, competición que ha vuelto la presente temporada a La Cerámica. Dicha experiencia en grandes días lo hacen, a pesar de una forma física atropellada por las lesiones, que el club no cuestione su continuidad —además de por todo aquello que ha sido—.
El catalán fue clave en la consecución de una Europa League que ya cumple 6 temporadas en las vitrinas del conjunto amarillo. Gerard fue el jugador por antonomasia del Villarreal en dicha edición de la Copa de la UEFA, con 7 goles y 3 asistencias, además de acabar firmando la que es su mejor temporada de su longeva carrera, acabando con 30 goles y 10 asistencias. Números que no dan más que a entender esa capacidad de funcionamiento que posee tanto de cara a portería como en la distribución, concepto que siempre le ha llevado a llamar la atención no solo de cada cual de los entrenadores que ha poseído, también para acudir de forma asidua a la selección.
El siete del Villarreal también estuvo presente en la última edición de Champions que pudo disputar el conjunto amarillo, donde y en menor medida que en la hermana pequeña de la Copa de Europa, firmó unos correctos registros (2G/4A) además de ser más que partícipe en el recorrido del Villarreal hacia las semifinales, concepto que el club amarillo sueña emular aún siendo por el momento más un sueño que una realidad.
A hacer frente a la competencia
Con el alta médica ya recibida, a Gerard Moreno no le queda más que ampliar su campo de batalla, nuevamente hacia el terreno de juego, donde no va a tener fácil el encadenar minutos de forma pronta, dado el embotellamiento que padece el conjunto amarillo en dicha parcela y todos a un nivel de forma más que correcto.
Oluwaseyi, Mikautadze, Ayoze o Pépé se encuentran siendo un verdadero generador de juego a favor de Marcelino, cuyo buen nivel de cada cual de los integrantes le hace dudar a fin de a quién colocar en su línea de dos arietes. Concepto que, a su vez, salpica a un Gerard Moreno que parte con desventaja a causa del estado de forma de canadiense, georgiano, tinerfeño y costamarfileño.
Aún con ello, el catalán ya ha dejado más que claro que, aun con las lesiones, su idilio con el buen juego y el gol están más que presentes, realidades más sabidas en un técnico asturiano que es cuestión de minutos que coloque a un delantero que todavía tiene 33 años y mucho que darle a un Villarreal con el que quiere seguir haciendo historia.
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