4 noviembre, 2025

EL DIARIO DEPORTES

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Cumpliendo 100 partidos en horas bajas

Diego López y Javi Guerra, con España.

Cien partidos en horas bajas

Tanto Diego López como Javi Guerra o André Almeida han alcanzado recientemente sus 100 partidos como jugadores del Valencia, todo ello marcado por la deriva futbolística que vive actualmente el club. Ni los canteranos ni el centrocampista ruso han llegado a tal cifra de partidos siendo lo más destacado de este Valencia que se cae a cachos jornada tras jornada donde nadie quiere sentirse culpable.

Jugar 100 partidos en un mismo club es muestra de continuidad y rendimiento en la amplia mayoría de los clubes, el caso del Valencia es francamente lo opuesto. La negligente gestión en la entidad ché en cuanto a creación de plantilla ha llevado que alcanzar esta cifra sea un reto accesible, habiéndola alcanzado 3 jugadores que, aún habiendo dejado muestras de un correcto nivel, están lejos de ser esos jugadores que necesita el Valencia a fin de auparse a peleas de mayor renombré que en la actualmente lucha.


El Almeida de más bajo rendimiento

El jugador luso ya parece de toda la vida en el Valencia. Recaló hace 3 temporadas en Valencia por una importante cifra además de como una de los jugadores a seguir dado su rendimiento en Portugal, donde había enseñado que podía ser ese mediapunta diferencial que brindase heterogeneidad a la zona del ataque valencianista, que tan falta de claridad ha estado durante las últimas temporadas.

André empezó con buen pie su andadura en Mestalla. Una primera temporada de 2 goles y 5 asistencias apuntaba a ser la carta de presentación de un jugador que acabaría por diluirse, desapareciendo cual mago en los partidos y no volviendo a mostrar ese ansia de hacer números que se vio en pequeña medida en sus primeros coletazos como jugador del Valencia CF.

Actualmente, el portugués ni está ni se le espera. Han sido varios entrenadores, muchas las oportunidades y muchas las posiciones donde ha jugado: segundo delantero, como banda, en la base de la jugada o en la propia mediapunta, pero en ninguna ha mostrado ni una cuarta parte del jugador que se dio a conocer en inferiores de Portugal y que ha desembocado hoy en uno que el Valencia ha buscado sacar en las ventanas de fichajes, terminando por renovarle a fin de seguir esperando un despertar de un canterano del Vitoria Guimaraes que pese a todo, sigue teniendo 25 años.


De la ilusión a la realidad

La temporada 22-23 fue un verdadero carrusel de momentos para el Valencia CF. Uno de ellos fue sin duda la insurrección de Diego López y Javi Guerra, quienes por ese entonces no eran más que unos desconocidos que posiblemente no sabían que acabarían por cumplir 100 partidos de una forma tan pronta con el conjunto que les ha formado en categorías inferiores.

La emergencia en Mestalla llevó a Rubén Baraja a tirar de varios de los jugadores de la casa, siendo asturiano y valenciano los que más tiraron la pared del primer equipo, acabando así por asentarse y dejar momentos clave y culmen para entender la supervivencia de la entidad valencianista en la Primera División (no hay quien no recuerde los goles de ambos a Real Valladolid y Real Madrid)

Su más que correcta media campaña con los adultos los llevó a tener ficha de primer equipo, sumando actualmente su 3 campaña en la trinchera que hoy comanda Carlos Corberán. Aún con ello, no todo ha sido el «camino de rosas» de los primeros coletazos. Como bien era de esperar a causa de su pronta edad, ambos han acabado por caer en cuanto a rendimiento después de haber realizado cifras por encima de los posiblemente esperado, dando a entender tanto a Mestalla como a la propia directiva -que tanto ha venerado dicha formación «a toda prisa»- que el buen nivel no iba a durar siempre.

Ambos cumplieron sus 100 partidos como valencianistas siendo ya pilares fundamentales aún no estando en el mayor de los estados de gracia, pese a ello, el Valencia no duda que los cimientos del futuro pasan entre otras cosas, porque «8» y «16» sigan el proceso de crecimiento que tienen dictaminado.

¿Es fácil jugar en el Valencia?

Si retrocedemos unos años, anteriormente a la llegada de Peter Lim al conjunto valencianista, el Valencia podía ser perfectamente una logia. Un selecto grupo donde no todos entraban, en tema futbol, donde no todos podían jugar —aunque, como en todos los clubes, siempre estaban esos jugadores de menor nivel—. Pero debías sudar verdadera sangre para que un equipo como el Valencia, que oscilaba las posiciones de privilegio de LaLiga y ganaba trofeos, se fijase en ti.

Todo ello cambió radicalmente con el magnate singapurense y más en las últimas temporadas, donde el Valencia no construye equipos para competir, simplemente lo hace para sobrevivir —adquiriendo futbolistas cedidos, gratuitos y muy por debajo de lo que es la entidad institucionalmente.

Siendo ello simplemente una seña del deterioro que ha padecido bajo las manos extranjeras el conjunto de Mestalla, donde todo jugador haciendo un papel mediano y a medio gas tiene la potestad de poder sumar partidos sin ser exigido siquiera de luchar por algo más de lo que hoy son los objetivos de este Valencia donde todos caben.