El Sevilla FC afronta un escenario delicado tras la expulsión de Marcao Teixeira en la jornada de ayer en el encuentro disputado contra el Real Madrid en el Bernabéu, cuyo incidente con el colegiado Muñiz Ruiz podría traducirse en una sanción mucho más grave de lo inicialmente previsto. En el acta arbitral, lejos de suavizar la situación, describe un comportamiento del central brasileño que podría acarrearle varias semanas alejado de los terrenos de juego.
Según el documento oficial del encuentro, el defensa no solo protestó tras ver la segunda amarilla, sino que se dirigió al árbitro de manera desafiante y con insultos mientras abandonaba el campo. Además, el colegiado recoge que el jugador golpeó un balón en la zona del cuarto árbitro cuando se dirigía hacia los vestuarios. Este conjunto de acciones, consideradas como una falta grave de respeto, podría elevar la sanción hasta cinco partidos, según apuntan distintos especialistas en normativa disciplinaria.
Un enero complicado para Almeyda
La posible ausencia prolongada de Marcao llega en un momento especialmente delicado para el equipo de Matías Almeyda, que afronta el mes de enero con la única motivación de la Liga, tras su eliminación en la Copa del Rey. En ese periodo, los rojiblancos deben medirse a Celta de Vigo, Elche y Athletic Club, encuentros en los que la presencia del central era clave para reforzar una defensa que ha mostrado altibajos durante la temporada.
Los más pesimistas incluso temen que el brasileño pueda perderse también el arranque de mes de febrero, cuando tengan que enfrentarse al Mallorca, Girona, Alavés y Getafe. La incertidumbre sobre la duración exacta del castigo mantiene en vilo al cuerpo técnico.
Almeyda y el árbitro ofrecen versiones opuestas
La polémica no se limita a Marcao. El propio Almeyda también fue expulsado, y tanto él como Muñiz Ruiz han ofrecido explicaciones distintas y contradictorias sobre lo sucedido. El técnico argentino asegura que únicamente pidió aclaraciones sobre una amonestación mostrada en la primera parte, tras la tarjeta amarilla mostrada a Carmona y que, sin mediar diálogo, el árbitro decidió expulsarlo.
Sin embargo, el acta arbitral sostiene que el entrenador fue advertido en varias ocasiones por sus protestas y que continuó realizando observaciones de forma reiterada, motivo por el cual recibió dos tarjetas amarillas: una durante el partido y otra ya en el túnel de vestuarios.
La doble controversia —la de Marcao y la de Almeyda— llega en un momento en el que el Sevilla necesita estabilidad para reconducir su temporada. La decisión final del Comité de Disciplina será determinante para conocer el alcance real de las bajas y el impacto que tendrán en un equipo que ya afronta el tramo decisivo del curso con margen reducido para el error.

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