El Sevilla FC afronta el mercado invernal 2025‑2026 con la sensación de que enero será mucho más que una ventana de fichajes: será un examen de supervivencia. La plantilla de Matías Almeyda, lastrada por la falta de gol y por un equilibrio financiero extremadamente frágil, necesita movimientos quirúrgicos para evitar que la temporada vuelva a torcerse.
Ya se viene viendo a lo largo de la temporada y especialmente se puso de manifiesto en el partido en el Bernabéu, la delantera es el gran agujero que ya no admite excusas
La derrota ante el Real Madrid dejó al descubierto lo que en Nervión se intuía desde hace semanas: el equipo genera, pero no culmina. Isaac Romero, ahora mismo el único delantero disponible por la marcha de Akor Adams a la Copa de África, dispuso de ocasiones claras en el Bernabéu que no logró transformar. En un campeonato tan exigente, esa falta de contundencia penaliza sin contemplaciones.
Aunque el arbitraje de Muñiz Ruiz encendió la polémica, lo cierto es que el Sevilla ya había perdonado antes de la acción polémica Y esa falta de pegada es, hoy por hoy, el mayor lastre del proyecto.
Aunque Antonio Cordón ya puso de manifiesto en verano su capacidad de fichar con recursos muy escasos, solo invirtió 250.000 euros en reconstruir el equipo, pero ahora la exigencia es aun mayor. El director deportivo debe liberar fichas, generar ingresos y, aun así, reforzar tres posiciones pues el equipo nervionense necesita un central, un centrocampista y un delantero
La defensa se reforzó en verano con César Azpilicueta y Fábio Cardoso, aunque el portugués ha jugado poco. En la medular llegó Batista Mendy, pero la falta de un perfil creativo sigue sin resolverse, especialmente tras el frustrado intento por Amrabat.
Patrik Mercado, el nombre que más gusta para el centro del campo, centrocampista ecuatoriano de 22 años del Independiente del Valle, considerado una de las grandes promesas del país. Su llegada aportaría energía, recorrido y un punto de creatividad que Almeyda considera imprescindible para equilibrar el equipo.
Sin embargo, la operación no es fácil: el club ecuatoriano no está dispuesto a regalar a su joya más preciada, y el Sevilla necesita antes liberar masa salarial.
Pero ante la situación económica que padece el Sevilla FC, para entrar, primero deben salir y el club hispalense necesita ingresar alrededor de 10 millones de euros para cuadrar el presupuesto de la temporada. Eso obliga a desprenderse de uno de los jugadores con mayor valor de mercado:
Sería el caso de Juanlu que su venta podría aportar unos 15 millones de euros, Vargas sobre los 12 millones, Agoumé, que estaría en la misma cifra, Kike Salas y Carmona por lo que podrían ofrecer unos doce millones
Rubén Vargas, según varias informaciones, es uno de los candidatos más probables a salir en enero.
El objetivo del Sevilla parece claro, fichar un jugador por línea: un central que aporte fiabilidad inmediata, un centrocampista con capacidad para generar juego y un delantero que convierta en goles lo que el equipo ya es capaz de producir.
Pero todo dependerá de las salidas. Sin una venta importante, el Sevilla no podrá ejecutar el plan diseñado por Almeyda y Cordón.
El mes de enero se presenta como un desafío de ingeniería deportiva. Si el club acierta, podrá enderezar el rumbo. Si no, la segunda vuelta puede convertirse en un camino cuesta arriba.

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