En una temporada donde el Real Betis necesitaba algo más que talento para estar en los puestos altos de la tabla, necesitaba personalidad, continuidad y un futbolista capaz de unir líneas—, Pablo Fornals ha terminado convirtiéndose en el nombre propio que cualquier bético puede sacar en la cena de Nochebuena sin miedo a equivocarse. Su curso 2025/26 está siendo, sencillamente, el de un jugador que ha encontrado su sitio… y que ha hecho mejor a todo lo que le rodea.
Los números no mienten, pero tampoco cuentan toda la historia. Fornals es 3º en LaLiga en pases progresivos, 3º en acciones de tiro creadas, 3º en acciones de gol generadas, 3º en balones filtrados, 4º en pases clave y uno de los pocos futbolistas que combina 4+ goles y 4+ asistencias en el campeonato. Estadísticas que hablan de influencia, de constancia y de una lectura del juego que ha elevado el techo competitivo del Betis.
Pero lo verdaderamente diferencial está en el cómo. Fornals ha devuelto al equipo esa sensación de que siempre hay una línea de pase más, una jugada más, una pausa más. Su fútbol no es estridente, pero sí decisivo. No necesita adornos: le basta con aparecer donde el partido lo pide. Y ahí, en ese territorio donde se separan los buenos de los imprescindibles, es donde el castellonense ha construido su temporada.
El Betis ha encontrado en él un futbolista que interpreta el juego con una madurez que encaja a la perfección con la idea verdiblanca: atacar con sentido, progresar con intención y convertir cada posesión en una amenaza real. Fornals no solo acelera al equipo; también lo ordena. No solo crea ocasiones; también las hace posibles.
Por eso, cuando en las sobremesas navideñas se hable de fútbol —y en una casa bética siempre se habla de fútbol—, el nombre de Pablo Fornals aparecerá inevitablemente. Porque su temporada no es solo buena: es la temporada de un jugador que ha decidido liderar desde el pase, desde la inteligencia y desde una influencia silenciosa pero constante.
Y quizá ahí esté su mayor mérito: en un Betis que busca crecer sin perder su esencia, Fornals se ha convertido en el futbolista que mejor explica lo que este equipo quiere ser.
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