¡El Fénix Despierta y Apunta a Toledo!

El sorteo de Copa ha dictado la primera gran escala para el Sevilla FC, un viaje con aroma a historia y mucho peligro en la agenda. El equipo de Matías Almeyda se medirá al CD Toledo en la primera ronda, reviviendo un viejo enfrentamiento en el mítico Salto del Caballo.

El Toledo, que compite en Tercera Federación y llega a esta fase como semifinalista de la Copa Federación, será el anfitrión de un duelo a partido único que exige máxima concentración. El recuerdo de su última visita en 1999 (con derrota sevillista) sirve de advertencia: «En la Copa, la historia no juega». Para los nervionenses, esta eliminatoria llega en un momento de altísima exigencia logística. La visita a Toledo se incrusta en medio de tres desplazamientos consecutivos y de máxima dificultad dónde el Sevilla FC, tendrá su papel el día 28 o 29 de Octubre.

La entidad toledana ha querido subrayar el currículum continental del Sevilla, destacando con mayúsculas sus siete títulos de la UEFA Europa League. Sin embargo, en el Salto del Caballo, han encajado el sorteo con una mezcla de respeto y una dosis de humor muy inteligente. El CD Toledo se ha permitido bromear sobre la que se le viene encima: enfrentarse al Sevilla FC justo cuando los de Matías Almeyda han vuelto a rugir. «Los Verdes» recuerdan con sorna la reciente exhibición sevillista, el contundente 4-1 endosado al FC Barcelona, un resultado que ha disparado al Sevilla a la sexta plaza y lo ha reinstalado en la lucha por Europa, un objetivo que se les había negado últimamente. A su vez, habría una gran posibilidad en este partido, para que Matías Almeyda ofrezca minutos de juego a Cardoso y Ramón Martínez.

La lectura del club de Tercera Federación es clara: El Sevilla se presenta en su «mejor momento de la temporada». Con el motor de Almeyda a pleno rendimiento y el equipo lejos de los baches pasados, la diferencia de nivel es un abismo que asumen con deportividad. El Toledo lo tiene claro: el Sevilla es el favorito indiscutible y no debería tener problemas para superar la eliminatoria. Para el modesto, el reto no es ganar, sino competir contra un gigante en racha y hacer de su campo una auténtica caldera copera. ¡La presión es para el grande!