Del Nido Benavente: «El regate que parecía que iban a pegar Carrasco y compañía al final no lo han pegado»

El candidato a la presidencia continuará luchando por recuperar su puesto en la cúpula del Sevilla FC

Tras la Junta General de Accionistas del Sevilla FC, Del Nido Benavente, ex-presidente del Sevilla FC, accionista y candidato a la presidencia, atendió a los medios de comunicación respondiendo, como siempre, a todas la cuestiones que le realizaron, sin dejar nada en el tintero y respondiendo sin pelos en la lengua.

Insinúa un nuevo ataque de los actuales directivos: «Cuando llegamos a las cinco de la tarde nos encontramos con al sorpresa de que, yo que tenía acreditadas desde ayer las acciones de ese ogro llamados los americanos, estaban intentado ser seducidos por el presidente del Sevilla y sus abogados. Me habían quitado de la cartulina 8.600 u 8.700 acciones que titula Sevillistas Unidos 2020».

Los americanos recapacitaron: «Una vez que ese cariño momentáneo que los actuales dirigente habían sentido por los americanos, me reuní con el abogado de ellos y le hice ver la situación. reconsideraron ese cariño momentáneo y se apartaron de Del Nido Carrasco, Castro y compañía. Dijeron que no iban a votar con ellos.

Sin derecho al voto por pequeños matices: «Como consecuencia de ese cambio, a mí que me iban a permitir el derecho de voto, porque sí hubieran ganado las votaciones porque Sevillistas Unidos iba a votar con ellos, me han negado el derecho de voto y han sacado adelante todos los puntos del orden del día incumpliendo la legalidad. No habrían ganado ni un solo punto del orden del día si no me privan del derecho de voto de mis acciones. Para que el caciquismo sea absoluto, me han llevado a privar en la concesión de la insignia de oro y brillantes a nuestro Jesús Navas. Serán los tribunales los que tendrán que dirimir esa decisión».

Los americanos, clave en la situación

No se preocupa por la abstención de los americanos: «El regate que parecía que iban a pegar Del Nido Carrasco y compañía no lo han pegado. Ese amor ha sido de muy poquito tiempo. De ayer a hoy me quitaron las acciones, y cuando entraron ya iban a votar con nosotros cuando les aclararon la situación. En el primer punto del orden del día, cuando ya vieron que no me dejaron votar, se ausentaron de la sala. Pese a ello, sin votar los americanos, no hay ni una sola votación en la que si hubieran permitido que mis 25.306 votos hubieran emitido su parecer, hubiera ganado todas las votaciones. En una compañía mercantil no se puede privar por capricho de votar a un accionista».