El Villarreal tiene como premisa regresar a competición europea tras una temporada donde no jugo Europa. El buen hacer liguero del conjunto dirigido por Marcelino, encontrado en la quinta plaza de la clasificación, hace soñar a un equipo sediento de Europa.
Una temporada de transición para el Villarreal
A pesar de suponer un desgaste tanto físico como mental, jugar Europa para una entidad en crecimiento como el Villarreal es una obligación. El espaldarazo monetario que brinda el disputar la Champions o la Europa League supone una gran ayuda para un Villarreal que subsiste en parte gracias a los fondos monetarios que brinda el realizar actuaciones en escenarios europeos, habiéndose establecido como uno de los frecuentes participantes desde su regreso a Primera División hace 13 años.
La necesidad de reforzar constantemente la plantilla pasa en parte por una buena clasificación liguera y, por ello, clasificar a Europa. En consecuencia a conseguirlo, el Villarreal pasa a ser uno de los equipos más atractivos en lo que al mercado de fichajes se refiere. La buena estructura interna del club, además de la competitividad mostrada por este durante las últimas temporadas, donde llegar a Europa es una obligación y se lucha por ello, hace que la gran mayoría de los jugadores a los que el Villarreal pone el ojo no duden en fichar por un conjunto “groguet” que ya sabe lo que es ser campeón de Europa.
Un atractivo notable para el aficionado
Marcelino ha dejado varias veces caer que el equipo necesita el apoyo de su afición para sacar adelante los partidos. Este apoyo llegó a su pico de esplendor el último año en que los «groguets» jugaron la Champions League, alcanzando las semifinales de la competición.
Los partidos ante el Bayern München, la Juventus y, por encima de cualquier otro, la ida y la vuelta ante el Liverpool supusieron una gran marea de aficionados del Villarreal movilizados por su equipo. Un concepto que podría repetirse la próxima temporada, dado que el conjunto amarillo debería hacerlo muy mal en las 13 jornadas restantes para no clasificarse a Europa.
Volver a jugar entre semana, sentir ese cosquilleo porque llegue la mitad de semana y viajar por el continente para ver al equipo supondría un detonante para que el aficionado también anime el fin de semana, contentando a un Marcelino que merece ese apoyo tras haberle dado la vuelta a la complicada situación que vivía el club la pasada temporada.
¿En qué posición quedará el Villarreal?
Más historias
El «Tourmalet» del Villarreal
Duelo de Titanes «Almeyda contra Marcelino»
Matías Almeyda «Estamos en el Camino de la Esperanza»