El nuevo propietario del Espanyol, Alan Pace, estuvo presente en el palco durante la final de la Copa Catalunya, donde el equipo perico cayó derrotado en la tanda de penaltis ante el Girona. La decisiva parada de Juan Carlos a Pablo Ramón en el quinto lanzamiento fue el momento clave que otorgó el título al conjunto gerundense, frustrando así la oportunidad de Pace de celebrar su primer trofeo al mando del club.
Los penaltis decidieron la final de la Copa Catalunya y la moneda cayó del lado de Juan Carlos, portero del Girona. El veterano guardameta, que se perfila como el tercer portero de Míchel para esta temporada tras Gazzaniga y Krapyvtsov, fue clave en los minutos finales al detener un cabezazo claro de Pere Milla y, posteriormente, paró el quinto penalti a Pablo Ramón durante la tanda decisiva. Esta victoria supone la primera Copa Catalunya para el Girona, que justo este martes celebraba sus 95 años de historia.
Alan Pace, presente en la grada
El partido resultó entretenido y, aunque era solo el segundo encuentro de pretemporada para ambos equipos, no le faltaron alicientes. El más destacado fue, sin duda, la primera aparición pública de Alan Pace, el nuevo propietario del Espanyol. Llegó acompañado por el director deportivo perico, Fran Garagarza, quien hizo de chófer, y se situó en el palco de la Nova Creu Alta de Sabadell. Pace tuvo ‘suerte’ y evitó por pocos minutos la fuerte tormenta que azotó la ciudad justo antes del inicio del partido.
Lo que sí quedó claro es que tanto Espanyol como Girona dignificaron la Copa Catalunya con su entrega y nivel. Manolo González decidió dejar fuera de la convocatoria a un Gragera que se acerca a la puerta de salida, mientras que Míchel tuvo que lidiar con las bajas de Iván Martín, por una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda, y Daley Blind, que arrastraba molestias en el sóleo.
Dos equipos con potencial para ser titulares una vez arranque LaLiga se midieron sin tardar en intercambiar golpes, y apenas en el minuto 3, David López avisó con una buena oportunidad tras un córner, aunque su remate se marchó fuera.
Más que un amistoso, un trofeo
El Espanyol, con un Kike García omnipresente en el terreno de juego, fue ganando protagonismo a medida que avanzaba el partido. Sin embargo, los gerundenses mantenían el control del ritmo y generaban las ocasiones más peligrosas, especialmente a través de Asprilla y Tsygankov. Las pulsaciones no eran demasiado altas, algo lógico en esta fase de pretemporada marcada por las cargas físicas.
En el minuto 23 llegó el momento que nadie quería: la lesión de Abel Ruiz. El delantero, que había protagonizado un estreno de pretemporada soñado con un gol y dos asistencias frente al Olot, tuvo que abandonar el campo. Mala fortuna para un jugador que, tras su temporada pasada, busca reivindicarse plenamente.
La lesión de Abel Ruiz dejó un impacto evidente en ambos equipos, y el resto de la primera parte transcurrió con escasas acciones destacables. Tras el descanso, Míchel optó por realizar un carrusel de cambios, mientras que Manolo González mantuvo a los mismos once jugadores en el campo. La frescura que aportaron los sustitutos fue aprovechada mejor por el Girona, que controló la posesión, aunque sin generar ocasiones claras de gol.
Sin embargo, el técnico perico reaccionó rápido y comenzó a hacer sus propios cambios, incorporando a jugadores como Edu Expósito y Roberto, entre otros. Esto le dio un aire más vertical al Espanyol, que empezó a presionar con intensidad y a inquietar al Girona en busca del gol.
Los penaltis y la victoria del Girona
Los penaltis amenazaban con decidir el encuentro, y finalmente así fue, aunque el bloque blanquiazul intentó resolver antes del final. El Espanyol tuvo varias oportunidades para desequilibrar el marcador: Roberto avisó primero, y la ocasión más clara la tuvo Pere Milla. Salazar envió un balón preciso al corazón del área, donde Milla remató de cabeza, pero se topó con un inspirado Juan Carlos, el portero del Girona.
Con el marcador aún en 0-0, el partido se decidió en la tanda de penaltis, donde Juan Carlos volvió a ser decisivo. Por parte del Espanyol, Fortuño atajó tres de los cinco lanzamientos del Girona, aunque no logró detener ninguno. En cambio, el meta rojiblanco sí detuvo el penalti decisivo a Pablo Ramón. Así, la victoria y la gloria se fueron para Girona, mientras que Alan Pace y el Espanyol deberán esperar.
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