Georges Mikautadze y Rubén Vargas son los elegidos del conjunto amarillo a fin de reforzar el extremo izquierdo que ha dejado huérfano Yéremi Pino y la zona del ataque, donde en la opción Artem Dovbyk se ha caído en las últimas horas. Cerca de 40 millones, la cifra que apunta a desembolsar el Villarreal por suizo y georgiano.
Tras cerrar defensa y centro del campo, al Villarreal le ha llegado la hora de acabar de maquetar la zona de los goles, la del ataque. Siendo Rubén Vargas y Georges Mikautadze, los elegidos por el Submarino Amarillo a fin de cerrar la parcela del ataque en la que Tajon Buchanan y Nicolás Pépé han cogido las riendas en uno de los inicios ligueros más goleadores de la historia del conjunto amarillo.
Rubén Vargas para suplir a Yéremi Pino
El conjunto sevillista vive sumido en la necesidad imperiosa de vender desde el pretérito verano, habiéndose ya deshecho de Loïc Badé además de estar buscando acomodo lejos del Sánchez Pizjuán a diferentes pesos pesados de la actual plantilla, entre ellos, Juanlu Sánchez, Dodi Lukebakio o el inminente Rubén Vargas, elegido para suplir a Yéremi Pino.
El internacional con Suiza recaló en Nervión el pasado mercado invernal donde y en los coletazos que le respetaron las lesiones, fue de lo más desequilibrante y heterogéneo de un Sevilla que bailó con la posibilidad de descender durante todo el curso.
Las cuentas poco saneadas de la entidad sevillana hacen que Vargas no sea más que otro modelo del escaparate del Pizjuán, buscando complacerse económicamente un Sevilla que aún buscando llegar a la cifra de 15 millones de euros, apunta a abaratar y acercarse a esos 9 con los que ha iniciado el Villarreal la operación por llevarse al talentoso centroeuropeo, que posee ese desborde y llegada a área que buscarán hacer olvidar al extremo canario, que ya es posesión de la Premier League.
Con Mikautadze faltan los últimos flecos
La obsesión del Villarreal por adquirir un delantero ha llegado a los últimos días de mercado. Tras caerse Dovbyk en lo que parecía una operación casi sellada y recalar Oluwaseyi por una cifra cercana a los 8 millones de euros, Georges Mikautadze parece ser el elegido para la parcela ofensiva, donde el Villarreal tiene una miscelánea de situaciones, encontrándose Gerard y Ayoze lesionados —este último cerca de regresar—, Etta Eyong en lo que parece la rampa de salida y Pépé comandando una delantera con sed de líder.
El georgiano se dio a conocer en la Eurocopa de Alemania tras dos años de 37 goles y 12 asistencias en el Metz. Su sobresaliente movilidad, que lo permite jugar tanto en banda izquierda como en delantera, su experiencia en competición europea además de su correcto idilio con el gol, lo han llevado a erguirse como la principal opción del Villarreal, que no ha tardado en ponerse manos a la obra en la intentona por el jugador nacido en Lyon.
30 son los millones exigidos por el conjunto Lyonnais a fin de dejar salir a su delantero, operación encontrada cerca de su desenlace final dado quedar el salario del jugador (3,5M) como único escollo al acuerdo total, buscando el Villarreal reducirlo y que el jugador pase a ser esa referencia ofensiva que tantas horas de mercado ha birlado al conjunto amarillo.
Un mercado «Champions»
Jugar Europa te lleva a acometer riesgos y el Villarreal los ha acometido, siendo uno de los mayores animadores del mercado, firmando nombres que simbolizan un verdadero puño sobre la mesa y apuesta por parte del conjunto amarillo de cara a una temporada donde una confección de plantilla estable es lo obligatorio a fin de subsistir en tres competiciones.
Además del suizo y el georgiano, Moleiro, Buchanan, Partey, Arnau Tenas, Santiago Mouriño, Rafa Marín o Renato Veiga son algunos de los nombres que ha firmado el conjunto amarillo, además de haber sabido colocar en otros clubes diferentes perfiles como el propio Yéremi Pino, al que el Villarreal ha sabido sacar nuevamente rendimiento económico, como acostumbra una entidad amarilla que, a pesar de las numerables operaciones, volverá a salir del mercado en números positivos dada una gestión que, como su plantilla, es «de Champions».
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