El conjunto de Corberán fue francamente superior a la entidad azulona, que no inquietó a Julen Aguirrezabala, siendo revesada por un notable juego ofensivo de un Valencia que dejó su primera portería a cero de la temporada. El técnico valenciano parece haber encontrado su once de gala tras dos jornadas de inquietudes e inestabilidad.
La victoria llegó, en Mestalla y con portería a cero. El Valencia fue superior en todos los aspectos a un Getafe cuyo modus operandi no consiguió frenar al conjunto dirigido por un Corberán que no tuvo miedo de probar piezas y conceptos nuevos, saliendo cara en la moneda del encuentro al técnico valencianista.
Un partido hecho pulso
La primera parte del encuentro fue un constante correcalles hacia la portería del Getafe, que buscó parar con todo tipo de agresiones y frenadas de cronómetro al conjunto valencianista, que salió con aire renovado frente a lo visto la pretérita semana en El Sadar. Con Danjuma escorado a la izquierda y Rioja buscándole las cosquillas a Davinchi, el Valencia tuvo gran presencia en área rival, en la que Hugo Duro apareció en contadas ocasiones, dado que durante gran parte del encuentro pareció un centrocampista más, atacando los espacios invisibles del Getafe a su vez que encontraba a aquellos que iniciaban el juego combinatorio de un Valencia que no dio respiro a los de Bordalás durante los primeros minutos.
Ni Aguirrezabala ni David Soria tuvieron que excederse durante los primeros minutos, los destellos se concentraban lejos de la portería de ambos clubes, creando una verdadera guerra física en diferentes parcelas del campo donde el Valencia dejaba salir vivo a su rival en conducción mientras que los pupilos de Bordalás no tuvieron duda en seleccionar que el jugador no pasaba antes que el balón.
Y apareció Diakhaby
Cercanos al ocaso del primer tiempo, después de varios minutos que dieron a entender la mejoría del conjunto valencianista y la eficacia de los cambios que dio de inicio el técnico valenciano —Danjuma, Santamaría, Jesús Vázquez o Diakhaby—, el propio zaguero francés se impondría a la presión del conjunto madrileño tras un lanzamiento de esquina, poniendo el desempate y patas arriba al graderío de Mestalla, que no cesó en corear el nombre de un jugador que se ha instaurado como ejemplo de resiliencia tras la superación de su lesión de rodilla.
Con el 1-0 llegado a la media hora de juego, el encuentro se iría al descanso, siendo aquello a destacar de la primera mitad no otro concepto que Carlos Corberán parecía haber encontrado a los 11 con los que «puede casarse», concepto que acabaría por ratificarse en la segunda mitad.
Segunda parte de echar el resto
Lo visto en la primera mitad dio a entender que el conjunto valencianista se encontraba un peldaño por encima de la imagen mostrada por el conjunto getafense, que buscaría deshacerse del cúmulo de rabia generado por el tanto valencianista con el «aquí te pido, aquí te mato» visto durante los primeros coletazos de encuentro, no frenando dichas maniobras un colegiado cuanto menos libertino en cuanto a dejar jugar a ambos conjuntos.
Con el encuentro sin claras ocasiones para ninguno de los costados, aunque con un Valencia más proyectado hacia engrandecer su ventaja, uno de los nombres con la lupa puesta sobre él, Arnaut Danjuma, apareció tras un más que mayestático pase de Javi Guerra para colocarla lejos de David Soria. El neerlandés, ampliamente criticado, pudo despojarse de la inquietud e inestabilidad de las primeras jornadas, sellando la victoria de un Valencia que aún tendría tiempo para acabar de maquetar la goleada.
Habiendo cerrado el encuentro, Corberán daría paso al banquillo, uno de los conceptos que más ha mejorado el conjunto valenciano frente a la pretérita temporada: Raba, Pepelu, Copete o un Ramazani que acabaría siendo protagonista fueron los introducidos a fin de engullir unos minutos finales donde el ansia por jugar de ambos equipos brillaba por su ausencia.
Tras los tantos de Diakhaby y Danjuma, el Getafe tenía la cabeza lista para sentencia en la guillotina, aunque antes de certificar su derrota, otro de los señalados a fin de reivindicación, como bien es Hugo Duro, cerraría la cuenta de goles valencianista de la mano de un Ramazani que dejó su primera asistencia como valencianista, y el pitido final del encuentro, certificando una victoria de sudor como la noche valenciana.
Al parón con las ideas claras
El encuentro ante el Getafe ha disipado varias dudas en el técnico valenciano, entre ellas, los roles de varios de sus nombres o aquellos que deben ser componentes del once titular. A ello se suma el ir al parón por selecciones con una victoria, concepto que calma las aguas que rodean al Valencia tras un inicio donde los fantasmas de la pretérita temporada volvieron a sobrevolar Mestalla.
El 4/9 sumado en las 3 primeras jornadas no es lo esperado por el conglomerado valencianista aunque sí lo justo, reflejando el paso del empate a la derrota, donde la imagen mostrada no fue la indicada, acabando en la victoria que cierra la tercera jornada del Valencia, el cambio de idea y captación de errores que el Barça, una vez vueltos del frenazo liguero por selecciones, pondrá a prueba en un enfrentamiento donde el Valencia volverá a estar verdaderamente a prueba.
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