El delantero costamarfileño está siendo una de las caras más visibles del Villarreal este inicio de temporada, donde ha sido denominado como jugador del mes dados sus dos goles y asistencia. La llegada de Oluwaseyi y el flamante fichaje de Georges Mikautadze, «una llamada» al ariete africano en cuanto a continuar mostrando el nivel de las primeras jornadas.
Que Nicolás Pépé ha sorprendido a conocidos y extraños dado su gran nivel desde que recaló en Villarreal es un tema del que nadie duda, buscando tanto el conjunto amarillo como el propio Marcelino que el costamarfileño siga estableciéndose como pieza clave y muestre esa versión con la que engatusó al técnico asturiano la pretérita temporada. La suma de elementos en la zona de ataque del conjunto amarillo, ese toque de atención para que Pépé no se baje del barco de la regularidad y los números.
El Villarreal «avisa» a Pépé con fichajes
Llegó el mercado y el Villarreal no iba a dejar pasar la oportunidad de cerrar diferentes perfiles en la zona de ataque. Tras un pletórico año de Ayoze, marcado por goles e irregularidad física, y un Pépé reconvertido a delantero, el conjunto amarillo decidió poner más madera a la zona de los goles, fichando a Tani Oluwaseyi y a la guinda del proyecto amarillo: Georges Mikautadze.
La falta de amplitud en dicha parcela, donde el costamarfileño acabó como opción emergente, dejando la banda a Tajon Buchanan, hizo que el Villarreal pescase a canadiense y georgiano, que no apuntan a pasar desapercibidos. Un Villarreal que ha mandado el mensaje claro a Pépé: su titularidad no está garantizada.
Habiendo certificado los nuevos nombres en su delantera, Marcelino pareció enviar un mensaje indirecto al costamarfileño: no se encuentra descontento con su labor, pero con las certezas del georgiano y el campeón de Europa con España en la delantera, deberá acomodarse a una nueva cantidad de minutos donde la imagen no podrá ser otra que la mostrada durante sus primeros coletazos en el Submarino Amarillo.
Un nuevo revulsivo de garantías
El nutrido mercado del Villarreal ha llevado a Marcelino a tener una amplia plantilla, lo idóneo de cara a una temporada con 3 competiciones. El número de efectivos que se han sumado durante el verano ha hecho que varios nombres deban sumergirse en un rol diferente, entre ellos, el propio Pépé.
Desde su llegada al Villarreal, el ex jugador de Lille o Arsenal no ha dejado de enseñar que está de vuelta esa versión que se vio en Francia, con ese desequilibrio que llevó al Arsenal a desembolsar una fortuna y ese olfato goleador que ha encontrado en el Villarreal, donde ha acabado y empezado temporadas marcando goles.
La llegada de nuevos titulares a la cuadrilla de Marcelino lleva a Nicolás a acomodarse a un nuevo rol, pudiendo ser ese jugador 12 que ansiaba el Villarreal: un revulsivo para zanjar partidos en los últimos minutos, capaz de romper defensas cansadas a base de galopadas y goles.
Un Pépé revitalizado
Aún con su titularidad en el aire a lo largo de la temporada dado el overbooking en la zona de ataque y la más que dificultosa vuelta a los orígenes en el carril diestro –dado que el técnico amarillo prefiere ver al jugador africano en la punta del ataque–, nada tiene que ver el Pépé actual con aquel que dejó Londres hace menos de un lustro para firmar en Turquía.
Actualmente, los malos augurios se han disipado en el futbolista africano, convirtiéndose en ese nombre de recorrido y cifras que ansiaba el Villarreal a fin de seguir maquetándose como una máquina hacedora de goles, donde 12 –entre goles y asistencias– llevan la marca de Pépé en las últimas dos temporadas.
Renovado hasta 2028, que ambos caminos se cruzasen hace ya 1 verano fue uno de los eventos clave tanto para la entidad amarilla como para el jugador, recuperando esa confianza perdida en la gélida Londres a su vez que el Villarreal sumaba un futbolista que, tras su genial carta de presentación, ya espera el que será su siguiente rol en dinámica amarilla.
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