Valencia y Levante se cruzan el viernes en el primer derbi de la ciudad de Valencia después de 3 años del conjunto levantinista en la categoría de plata del fútbol español. Una de sus curiosidades, además de los duelos disputados, los jugadores compartidos o que el Levante no ha ganado en Mestalla, son las estrellas de ambos equipos, Arnaut Danjuma y Etta Eyong, con pasado en el Villarreal y que hoy sostienen y buscarán marcar la diferencia en un encuentro donde su papel pasa por clave.
Ha cambiado todo francamente con el paso del tiempo en la Comunidad Valenciana en cuanto a magnitud de los clubes. Lo que era un transatlántico como el Valencia, que «hacía» a otros clubes formar sus jugadores, es él ahora quien los forma o recoge lo que el otro no, siendo Danjuma un claro caso. El del conjunto de Mestalla es el caso más claro, desde que llegó un Peter Lim que ha ahogado en mediocridad al Valencia. Al otro lado de la ciudad, el Levante ha mantenido «su esencia»: esa de equipo en busca de dar un salto cualitativo y que, de vez en cuando, te da la sorpresa firmando nombres como el del propio Etta Eyong.
El líder «loco» del Valencia
Danjuma siempre ha sido un jugador muy suyo, con un comportamiento muy particular que en el Villarreal calaron con cierta rapidez. Hasta en 2 etapas (3 temporadas, siendo la última donde saldría cedido al Girona), el jugador neerlandés de origen árabe defendió la camiseta del Villarreal, estando marcado por comportamientos lejos del régimen disciplinario aunque consiguiendo suplir en cuanto a cifras (16 goles y 4 asistencias en su primera temporada, 6 goles en la segunda).
Pese a sus números, el carácter del jugador superó en muchas ocasiones a varios entrenadores que el «7» valencianista tuvo en el Submarino Amarillo. Llegando a enlazar dos temporadas consecutivas en la Premier League —liga en la que destacó antes de llegar a LaLiga— y esa en Girona donde, al igual que en Villarreal, enseñó que encauzarle iba a ser tarea de expertos, y ahí apareció Corberán.
El técnico valenciano no dudó en darle las llaves del equipo al internacional por Países Bajos, y el jugador respondió. A pesar del amenguamiento en cuanto a cifras (4 goles y 2 asistencias), el atacante valencianista es una de las caras más visibles en cuanto a descaro y saber decidir con balón, conceptos que tanto ansiaba un Valencia que llevaba varias temporadas sin ese jugador al que le pasan la pelota y pueden suceder cosas heterogéneas a lo que acostumbra.
De la defenestración al crecimiento meteórico
Ya desde categorías inferiores, Etta Eyong dio a entender que estaba más que listo para ese algo más. Formado en las categorías inferiores del Cádiz CF, marcó 19 goles en su primera temporada en 1RFEF, sirviéndole como billete hacia el primer equipo del Villarreal donde fue clave para la clasificación a Champions League.
Lo obtenido y mostrado en los coletazos de élite que se le brindaron durante su etapa en el «B» amarillo le sirvieron para hacer la pretemporada con el primer equipo, con un gran número de papeletas a fin de mantenerse en el primer equipo una vez empezada la temporada. Aunque lo que parecía una historia con varios capítulos, acabaría por no tener un final anticipado.
Los ingresos a causa de acceder a Champions League no iban a pasar desapercibidos en el conjunto amarillo, que apostó fuertemente en cuanto a fichajes (más allá de los 70 millones de euros) y en su delantera, que ya tenía a Ayoze y Gerard Moreno, añadiendo más madera con Oluwaseyi y Mikautadze, que apuntaban a privar de juego al africano.
Aún empezando de dulce, tal como acabó pretemporada y temporada pasada, el Villarreal no dudaría en deshacerse de él. Por un precio irrisorio de 3 millones de euros (aunque con ciertas opciones de recompra y la posesión del 100% de unos derechos), el Villarreal se desharía de uno de sus proyectos más contundentes de sus últimas temporadas y que hoy, con 5 goles y 1 asistencia y, por encima de todo, unas formas de juego que el Villarreal no tiene (capacidad de mirar el fútbol de espaldas y asociación, además de números), se ha desenvuelto como una de las más nefastas gestiones de un club que no acostumbra a errar en el mercado.
Los tiempos cambian en la Comunitat
En la amplia mayoría de ocasiones (o como tienden a realizar Levante en esta temporada donde ha vuelto a Primera y Valencia en las últimas temporadas), cuando se realiza un traspaso entre clubes, el club que suelta a su jugador suele ser dado que no es más que un órgano que no quiere en su equipo, por el hecho de no tener cabida o por ser de un nivel menor a lo que puede aspirar dicho equipo.
Etta Eyong y Arnaut Danjuma son claros ejemplos de aquello que ha sucedido en la Comunitat Valenciana las últimas temporadas, donde el Villarreal ha crecido mediante que el Valencia ha menguado y el Levante busca entre los restos de dicho a fin de abastecerse. Ambos no son el único ejemplo de dicha certeza: Copete, de la Fuente, Alex Forés… son algunos de los nombres de los que el Villarreal ha prescindido y sus vecinos no han dudado en preguntar en algún momento por ello.
Mientras, el Villarreal lo hace muy al contrario: a causa de su magnitud cogida y capacidad de sondeo de mercado, ha firmado a varios de los considerados como «estrellas» de dichos dos clubes. Parejo, Coquelin, Morales… son algunos que simbolizan la nueva realidad que vive el primer, segundo y cuarto clasificado respectivamente de la clasificación histórica de la Comunitat Valenciana.

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