Sevilla, a 20 de diciembre de 2025
El Sevilla FC afronta su visita al Santiago Bernabéu con la sensación de estar ante un examen que puede marcar el rumbo inmediato del equipo. Matías Almeyda, consciente de la magnitud del reto, ha dejado un mensaje contundente en la previa: para competir en Madrid. el Sevilla debe realizar “el partido que no se ha visto desde 2009”, una declaración que refleja tanto la dificultad del reto como la necesidad de un cambio inmediato en el rendimiento del equipo
Sus palabras no son una simple advertencia, sino el reflejo de un diagnóstico claro sobre el estado actual del conjunto nervionense y la exigencia que plantea un rival como el Real Madrid.
El técnico argentino ha trabajado durante la semana en un plan que busca equilibrar la necesidad de protegerse con la obligación de amenazar al rival. La idea pasa por un Sevilla más compacto, con líneas más juntas y una presión menos arriesgada que en otros encuentros, intentando evitar que el Madrid encuentre espacios entre líneas, donde suele castigar con facilidad. Almeyda quiere un equipo que no se parta, que mantenga la estructura incluso cuando el rival acelere y que sea capaz de recuperar el balón en zonas donde pueda salir con cierta claridad.
En ataque, el Sevilla apostará por transiciones rápidas y por aprovechar los pocos momentos en los que pueda correr. La presencia de extremos capaces de ganar metros y la incorporación de jugadores recuperados para la causa permiten al técnico plantear un partido donde cada salida al contragolpe tenga intención real de hacer daño. La clave, según se desprende del trabajo semanal, será no perder balones en zonas comprometidas y obligar al Madrid a defender hacia atrás, algo que incomoda al conjunto blanco.
El regreso de futbolistas como Marcao, Nyland o Kike Salas ofrece alternativas en un equipo que ha sufrido por falta de efectivos. Almeyda valora especialmente la posibilidad de reforzar la zaga con perfiles más físicos, conscientes de que el Madrid exigirá duelos constantes y una concentración absoluta en el área propia. La defensa sevillista deberá sostener un partido largo, donde cada detalle puede inclinar la balanza.
El contexto institucional tampoco ayuda. La eliminación copera y la tensión vivida en la Junta de Accionistas han generado un clima de inquietud que el equipo necesita disipar con un golpe de autoridad. El Bernabéu, paradójicamente, puede convertirse en el escenario ideal para ello: un lugar donde nadie espera al Sevilla y donde un partido serio, disciplinado y valiente podría cambiar la narrativa de una temporada irregular.
El Real Madrid llega con presión propia, pero con la ventaja de jugar en casa y con un arsenal ofensivo que obliga al Sevilla a rozar la perfección. Almeyda lo sabe y por eso insiste en que el equipo debe mostrar una versión desconocida en los últimos años. No se trata solo de competir: se trata de hacerlo con una intensidad, una concentración y una madurez que el Sevilla no ha logrado sostener de forma continuada esta temporada.
El duelo, en definitiva, se presenta como una prueba de carácter. El Sevilla viaja a Madrid con la obligación de resistir, de ser inteligente y de aprovechar cada oportunidad que se presente. Almeyda ha marcado el camino: solo un partido extraordinario permitirá al equipo salir vivo del Bernabéu.
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