El jugador helvético ha regresado definitivamente a los entrenamientos del Valencia con el alta médica tras una travesía por un desierto de incertidumbre y recaídas. Después de 89 minutos en 12 jornadas y una batería de sesiones al margen del grupo de Carlos Corberán, el suizo apunta a irrumpir con fuerza en la dinámica del equipo. El técnico valenciano sabe de las cualidades del centro europeo (capacidad de llevar a cabo el balón parado, despliegue y pisada de área)
La lista negra de los jugadores lesionados empieza a tener nombres tachados , a Dimitri Foulquier lo acompaña no otro que Filip Ugrinic, nombre que mayor controversia ha creado en este inicio de temporada. Su rodilla —de la que vino lesionado— lo ha mantenido apartado por 47 días, lo que es igual a 5 partidos. Esta semana ha completado entrenamientos y es una opción para un técnico que irá metiéndolo en plantilla.
Historia de un fichaje lesionado
El centrocampista formado en el Luzern «se presentó» a conocidos y extraños el pasado verano, cuando el Valencia pagó una cifra cercana a los 5 millones al Young Boys, club que tenía una «sorpresa» preparada para el conjunto de Mestalla. Quien fuese nombrado mejor jugador de la liga suiza recalaba en València lesionado, concepto del que no se percataría el equipo de médicos valencianista una vez pasado el reconocimiento médico, tampoco siendo comentado el conjunto del que procedía el futbolista, que una vez interesado el Valencia, buscó no dar marcha atrás en cuanto a la negociación.
Dicha lesión se dio a conocer durante las últimas semanas y es lo que lo ha mantenido inestable, con nula continuidad y a menor velocidad cuando ha tenido minutos al suizo. Porque sí, el jugador ha estado sobre el césped con molestias y su tendón cuadricipital privándolo de esa continuidad que a un jugador de su corte y capacidad se le podía prometer.
El jugador se ha mantenido trabajando al margen durante las últimas semanas, junto a Ramazani, Diakhaby o Foulquier habiendo reencontrado el trabajo en equipo dicha semana. Su técnico no ha dudado de ser cauto con él, lo ha enseñado en partido mediante coletazos, optando en su mayoría por declinar la opción de forzar a un jugador que parece ver la luz después de encontrar su último partido el pasado septiembre.
Javi Guerra mira por el retrovisor
Es una certeza que el jugador helvético, a día de hoy, sigue estando mínimamente lejos de poder irrumpir con fuerzas en la titularidad. Como bien acostumbra a hacer con aquellos que han padecido lesiones de renombre (Diakhaby o Thierry Correia), el técnico valenciano es cauto en la reinserción del futbolista, no yendo a ser menos un Ugrinic que es un caso inédito en Valencia: no habiéndose sabido en varios momentos qué tenía el jugador pese a la revisión.
Pese a ello, al haber aterrizado en la dinámica de equipo, el jugador ya es uno más disponible en la selección del técnico, el cual podría tener en Javi Guerra su primera «víctima». El valenciano está en una de esas etapas que ya el Valencia conoce a la perfección: la de costarle más meterse de lleno en juego, siendo la posibilidad de una continuidad en dicha, lo que afloraríais las posibilidades del suizo de cara a irrumpir en el once valencianista. Por el momento, el Valencia opta por mantener a su canterano, concepto que podría variar en futuribles jornadas.
Actualmente el de Gilet es el componente que más chirría de la sala de maquinas valencianista: con Pepelu reinsertado y empezando a toparse con su primera versión como valencianista y André Almeida saliendo de su espiral infinita hacen que el suizo, quien dejó claras muestras de ser un jugador óptimo en la posición de volante y jugador con libertad, pueda dar el paso.
El «primer» fichaje… ¿de muchos en el Valencia?
La situación del Valencia ha vuelto a ser alarmante después de una planificación que volvió a dejar varias vacantes en el once inicial, que ha llevado al conjunto de Mestalla a tachar días en el calendario hasta la ventana invernal, donde se prevé que, encabezados por Ron Gourlay (y una futurible red de monitoreo de fichajes que pretende establecer el escocés), el Valencia adquiera varios nombres a fin de seguir salvando la papeleta como empezó a hacerse ante el Betis.
Un zaguero, un delantero, un pivote defensivo… son algunos de los deseos de un Valencia que volvió a engañarse a sí mismo en cuanto a planificación, no quedándole otra que sobrevivir hasta finales de diciembre-inicios de enero. Pese a no estar abierto dicho periodo, la vuelta de lesión de Ugrinic simboliza ese fichaje prematuro al mercado invernal.
Se sabe de sobra que el jugador posee unas cualidades más que óptimas para inclusive asaltar el once titular, sabiéndolo de sobra un Corberán que ha recuperado «una estrella» para dar un salto cualitativo a un equipo que quiere empezar a hacer sangre a sus contrarios a fin de beneficiarse e iniciar un definitivo periodo de ascenso.

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