El conjunto capitolino, con 3 zarpazos (Burke, Ansah y Skarke) bate a un Leipzig (Gomis) que se despierta del sueño de la pelea por la Bundesliga pudiendo ser esta semana adelantado por el Dortmund antes de recibir al Bayer Leverkusen. Los de Baumgart cogen aire y miran a Europa.
El derbi de los estilos de crecimiento cayó del lado de la clase trabajadora, del Union Berlin. La Eisern Union, con una resiliencia defensiva soberbia y estando acertado en área rival, tumba a uno de los cocos de la competición y escapa momentáneamente de la zona peligrosa de la competición.
Inicio igualado
Los primeros minutos del encuentro fueron realmente parecidos a un combate de boxeo, ambos conjuntos enseñaron sus dientes y parte de sus cartas, aunque sin conseguir dar ese último pase que los pusiese delante de Rönnow y Gulácsi respectivamente. El conjunto leipzigense, a pesar de plantar a la entidad capitolina un bloque con dos carrileros de tendencia defensiva, consiguió durante los primeros minutos, mediante Diomande, inquietar la frontal del área, aunque sin fortuna. Por su lado, los rojiblancos, mediante la búsqueda de una zona más céntrica a fin de crear sus ataques, consiguieron poner en apuros a Lukeba y Willi Orban en contadas ocasiones durante los primeros coletazos del encuentro, aunque llegando al cuarto de hora de juego chutando únicamente una vez entre los tres palos, mediante un disparo que recogería Burke después de una falta.
Pasados los primeros 15 minutos de juego, el encuentro empezó a abrasar. Los de Ole Werner consiguieron establecerse en área rival, con un Diomande realmente participativo tanto en lo ofensivo como en lo defensivo, cuyo disparo quedaría repelido por un Rönnow que volvería a aparecer en la posterior jugada para sacar bajo los palos una ocasión que pudo desbaratar el rocoso plan rojiblanco. Pese a ello, los berlineses y, más concretamente, su guardameta, mantuvieron a raya a los de la empresa energética.
Oportunidades para ambos
Llegado el ecuador de la primera mitad, las tornas volvieron a hacerse equivalentes. A pesar de quedar más que dicho que el Leipzig iba a ser quien atacase y el Union defendiese en mayor medida, los de Baumgart consiguieron arrinconar a una defensa del Leipzig que cada vez recorría más metros hacia atrás, dada una presión local que empezó a ser mayormente pujante.
Mientras el balón rodaba, las gradas eran un verdadero festival, aunque los goles no llegasen. Los visitantes fueron hasta dos veces avisados de no encender bengalas y, por parte del graderío local, un cántico al unísono con levantamiento, movimiento de bufandas y grandes banderas fue la tendencia y el divertimento por parte de ambas aficiones, que conseguían entretenimiento aun siendo el partido mayormente una partida de ajedrez, donde buscas que tu rival cometa el primer error y así conocer la portería.
La primera cartulina del encuentro se la llevaría Rani Khedira, quien frenaría en seco a Diomande, figura por antonomasia del Leipzig en este inicio de temporada y que dejó, a su vez, el primer susto del encuentro cuando recibió, previamente a provocar la falta, un pisotón que lo dejaría no del todo estable en el epílogo de una primera mitad que estaba llevando su nombre a pesar de no sumar en cifras.
El Union Berlin quería… pero no podía
A ras de descanso, Haberer la tendría para los locales, yéndose cerca del segundo palo de un Peter Gulácsi que no tuvo que excederse más de la cuenta en los primeros 45 minutos, gracias en parte a una gran aparición de su zaga que repelió a un Union que acabó realmente cerca de la portería lipsiense. Ambos conjuntos pintaron de su respectivo color varios sectores del encuentro, aunque sin encontrar a sus jugadores de ataque, que aparecieron más en tareas de disputa de balón que cerca de las propias porterías. El plan de ambos entrenadores, por el momento, se iba cumpliendo.
Segunda parte
El más que correcto final de primera mitad por parte de los capitolinos acabó por dar frutos. Con una gran maniobra individual, Oli Burke pondría el primer gol para los suyos, a los que poco les duraría la ventaja y el 1-0 en el marcador manual del Alten Försterei, puesto que Tidiam Gomis pondría la igualada tres minutos más tarde. Los avisos de la primera mitad tuvieron su respectiva recompensa conjunta.
Que el dominio del conjunto berlinés creció exponencialmente era una evidencia que siguió viéndose durante la segunda mitad. Los de Baumgart circulaban con mayor facilidad hacia el área rival, creando notorias concatenaciones de pases, acabando en una rematada por Ansah, al que le llegó un balón teledirigido por parte de Trimmel, quien fue la primera entrada de los locales en el segundo tiempo. En seis minutos llegaron tres goles, que no daban más que a indicar el aumento en cuanto a internadas por parte de ambos conjuntos.
Como en gran parte de las atracciones de los parques temáticos, una vez alcanzas el pico, todo lo demás desciende; el Alten Försterei ofreció algo parecido, aunque con una pequeña sorpresa final. Ambos equipos, una vez marcados los tres tantos llegados a la hora de juego, convirtieron el partido en una balsa de aceite, con acercamientos sin morder más de la cuenta, como dando a entender que ambos estaban cómodos con el resultado. Pese a ello, un arreón final estaba por llegar, brindado por Tim Skarke, que hizo estallar al bosque y despertar a su guardabosques batiendo a Gulácsi tras una gran jugada combativa, santo y seña del conjunto berlinés durante gran parte del encuentro.
El Union Berlin, a soñar
Tras ello, Daniel Schlager pitaría el final del encuentro que metía al conjunto forestal octavo, mientras que el Leipzig bajaba de la nube y de la pelea con un Bayern que puede ponerse con 11 puntos de ventaja si gana al Mainz.

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