El Málaga CF despidió el año con una victoria de enorme valor frente a la UD Almería, imponiéndose por 2-1 en un derbi andaluz vibrante disputado en La Rosaleda. El encuentro, correspondiente a la jornada 19 de LaLiga Hypermotion, se jugó bajo una lluvia persistente que no restó emoción a un duelo que mantuvo en tensión a la grada hasta el último instante.
El conjunto blanquiazul, que atraviesa una etapa de estabilidad desde la llegada de Juanfran Funes al banquillo, volvió a mostrar una versión sólida y ambiciosa. El Almería, tercero en la clasificación antes del choque, llegaba con la intención de asaltar los puestos de ascenso directo, pero se encontró con un rival intenso, ordenado y decidido a cerrar el año con una alegría ante su afición.
El partido comenzó con ritmo alto y alternancia en la posesión. El Málaga golpeó primero gracias a una acción combinada que terminó en el área rival tras una buena conexión entre Larrubia y Chupe, que permitió a Dani Lorenzo abrir el marcador con sangre fría ante el portero visitante.
El Almería reaccionó tras el descanso y logró igualar el encuentro con un tanto de Arribas de penalti, que lo aprovechó para em empatar el marcador. Sin embargo, el Málaga no tardó en responder: una jugada trenzada desde campo propio terminó con un balón filtrado hacia Ochoa, cuyo pase final permitió a Chupe firmar el 2-1 definitivo, un gol celebrado con euforia por la grada malaguista.
Los últimos minutos fueron un ejercicio de resistencia para los locales. El Almería apretó con todo, obligando al guardameta Herrero a realizar una intervención decisiva ante un potente disparo de Centelles en el tiempo añadido, una parada que terminó de sellar la victoria blanquiazul y desató la fiesta en La Rosaleda.
Con este resultado, el Málaga CF se afianza en la zona media de la tabla y prolonga su buena dinámica desde el relevo en el banquillo, mientras que la UD Almería encadena un nuevo tropiezo en su intento por consolidarse en la parte alta. El derbi deja sensaciones opuestas: optimismo creciente en los azulblancos y preocupación moderada en el conjunto rojiblanco, que sigue sin encontrar regularidad en sus salidas.
La Rosaleda despidió el año con una victoria trabajada, un ambiente entregado y la sensación de que el equipo malagueño ha recuperado la confianza necesaria para mirar hacia arriba en la clasificación.

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