García Pimienta pone fin a su mala racha particular y su equipo suma la primera victoria de la temporada
Terminó el parón y vuelve el fútbol de clubes. El Sevilla, al fin, suma su primera victoria. Los primeros tres puntos de los sevillistas han sido ante el Getafe, en un duelo que se ha saldado por la mínima, y ante su afición, que andaba caldeada, como bien se conoce desde hace tiempo, debido a la gestión deportiva de los mandamases del club, y por ello es que hoy, antes del inicio del enfrentamiento, han protestado en los alrededores del estadio. Victoria sufrida y necesaria, pero con una buena imagen, que parece calmar los ánimos, al menos de momento.
Tranquilidad pero con algún susto
Si bien es cierto que el encuentro ha transcurrido, en cierta forma, como se esperaba, con muchos parones por faltas y un juego muy detenido, cabe destacar que la versión del Getafe hoy ha sido algo diferente. El conjunto azulón destaca por ser un equipo muy rocoso, que deja pocos espacios y jugando siempre al límite del reglamento, siendo de los más agresivos. Sin embargo, y a pesar de seguir su pauta de juego, los de Bordalás han dejado jugar muy cómodamente a los de García Pimienta, dejando mucho espacio entre líneas y yendo menos intenso de lo habitual a los duelos.
Tanto ha sido así que, como era de esperar, el Sevilla ha llevado el mando del partido y ha sido quien ha gozado de más ocasiones y en todo momento ha tenido el encuentro controlado, más allá de alguna jugada aislada que ha provocado algún que otro susto al aficionado sevillista, como ha sido el caso de la ocasión de Chrisantus Uche, que le endosó una vaselina perfecta a Nyland que se estrelló en el poste, tras una pérdida grosera de Marcao en zona de iniciación sevillista, haciendo que Bertug le robe el cuero y se lo pasase al nigeriano, que tuvo la mala fortuna de toparse con la madera.
Pocos minutos más tarde, y cuando parecía que no iba a ocurrir nada a lo largo de la primera parte, llegó el gol del Sevilla. Corría el minuto 24 cuando Ejuke vio el desdoble de Pedrosa, quien puso un centro pasado que cazó Navas y envió el balón al fondo de las mallas con una volea, firmando un auténtico golazo. Si la primera parte estaba siendo totalmente del Sevilla, tras el tanto del capitán, aún más, y así marcharon al descanso, con 1-0 en el luminoso.
El final, la tarea pendiente de Pimienta
La contienda siguió su curso, y los nervionenses seguían dominando el partido, pero esta vez con más calma. Los locales seguían moviendo el balón de un lado a otro, ante un Getafe aparentemente indefenso que no hacía más que esperar al fallo del rival, esperando que sucediese alguna acción parecida a la de Marcao que propició la de Uche.
En un breve momento de lucidez de los madrileños en el que comenzaron a tener la pelota con algo más de lo que nos tienen acostumbrados, Luis Milla colgó un balón perfecto, medido a la cabeza de Bertug, que remató a las mil maravillas y batió a Nyland. Sin embargo, el tanto no subió al marcador por fuera de juego.
El cuadro sevillano dejó de amenazar la meta rival con asiduidad, más allá de una ocasión en la que Nyland, aprovechando su grandísimo desplazamiento de balón por segunda vez, tras haber hecho lo propio con Isaac Romero en una internada en la primera mitad que acabó con un remate desviado del lebrijano, mandó un pase largo a Jesús Navas, que se plantó ante David Soria, quien le hizo un auténtico paradón. El Sevilla dejó a un lado la verticalidad para optar por un juego más pausado con el que tener controlado el choque.
Tanto parón acaba teniendo su consecuencia
Un choque que, como viene ocurriendo desde el comienzo de la temporada, se descontrolaría en los compases finales, cuando una acción de Juanlu acaba en un posible penalti que finalmente no fue pitado. El canterano, recibió amarilla por simulación, y debido a que siguió protestando la decisión del colegiado, éste le mostró la segunda amarilla. Tras lo ocurrido, el Getafe dio un paso al frente y el Sevilla comenzó a sufrir. La expulsión de Sánchez desencadenó una oleada de ataques getafenses que haría que los locales se encerrasen en su área durante más de 10 minutos a causa de un descuento de… ¡14 minutos! En ese casi cuarto de hora hubo tiempo a que la oportunidad más clara fuese, sorprendentemente, de parte del Sevilla, tras un palo de Lukébakio en un contragolpe.
Los parones por tanta falta y tanto juego detenido pasaron factura y se vieron reflejados en el añadido, que estuvo marcado por la adrenalina sevillista de no recibir gol. Finalmente, los anfitriones supieron sufrir y se llevaron el gato al agua y sumaron su primer triunfo.
Solo aclarar q la expulsión d Juanlu no fue por protestar, ya tenía una amarilla por un pisotón, la segunda fue por fingir el penalty, q para mí, hay un golpe con el muslo derecho q lo hace caer, podría haber pitado penalty, o no, pero la falta existe, y no es amarilla, ahí tampoco quizo entrar el Var, como tampoco entró en la mano Clarísima del penalty no pitado