El belga, junto a Ejuke y otra figura emergente como Peque, está liderando el ataque sevillista
El Sevilla FC ha salido bastante reforzado del derbi sevillano. A pesar de vencer por la mínima, los hispalenses fueron muy superiores a sus vecinos y lograron el triunfo de forma relativamente cómoda, pues los verdiblancos no pusieron en demasiados apuros a los nervionenses, dejando ver lo que se venía suponiendo a lo largo de la temporada, una clara falta de gol que Lo Celso estaba solventando hasta el momento.
Con 7 puntos de los últimos 9 posibles, el Sevilla se marcha al parón en 12ª posición y siendo uno de los equipos más en forma de la liga y que mejor juega, y gran parte de culpa la tiene un jugador concretamente, Dodi Lukébakio.
Lukébakio llegó al cuadro andaluz la campaña anterior en calidad de agente libre tras militar 5 temporadas -una de ellas la pasó cedido en el Wolfsburgo (25 partidos; 1 gol; 2 asistencias)- en el Hertha de Berlín, club en el que jugó 100 partidos, marcó 28 goles y repartió 14 asistencias, por lo que su llegada, con la vitola de jugador contrastado de la Bundesliga y con buenos números, invitaba al optimismo.
Nada más lejos de la realidad en la primera temporada. El espigado delantero comenzó muy fuerte, debutando incluso con gol, pero poco a poco su nivel fue decayendo, y con ello su protagonismo, acompañado de problemas físicos que no le dejaron jugar con la asiduidad que a él le habría gustado, y por ende, recuperar la forma y demostrar su mejor nivel, si bien es cierto que en el final de campaña acabó siendo titular habitual con Quique Sánchez Flores, acompañado de Lucas Ocampos en el otro costado.
Año nuevo, vida nueva
El curso anterior no está ni de lejos entre los mejores de la carrera de Dodi y esta campaña con la llegada de los nuevos fichajes, principalmente el de Ejuke, parecía que le dificultaba en consonancia la garantía de su presencia en el once inicial de García Pimienta. De hecho, el ejercicio lo empezó rotando con el nigeriano, pues una de las bandas tenía dueño: Lucas Ocampos.
Sin embargo, lo que no esperaba el técnico catalán era la partida del argentino hacia Rayados de Monterrey, y eso a Lukébakio le benefició, le abrió las puertas del once titular. La marcha de Lucas supuso que Ejuke comenzase a partir por izquierda y el belga ocupase la banda derecha, y éste ha respondido a la confianza otorgada por el entrenador.
Si bien sus números no son los más brillantes –3 goles en 9 partidos-, cabe destacar que está siendo un peligro constante para los laterales rivales junto con el ex-jugador del CSKA de Moscú, que están siendo los principales baluartes ofensivos de los nervionenses.
La irrupción del nuevo fichaje del Sevilla -Ejuke- es más que evidente y está acaparando todos los focos, pero en la sombra se puede ver más allá de los destellos del extremo nigeriano, y ahí es donde aparece Lukébakio, que fue uno de los protagonistas del derbi volviendo loco a un lateral con amplia experiencia en grandes competiciones europeas como Ricardo Rodríguez.
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