El Valencia visita uno de los estadios donde un equipo se ha sentido más fuerte durante las últimas temporadas, el Rayo Vallecano. El conjunto de Mestalla tiene un bonito idilio reciente con el feudo del barrio madrileño, no conociendo la derrota desde 2022 y habiendo sellado 2 victorias y 1 empate en sus últimas 3 visitas. Ganar en Madrid significaría un paso notorio hacia el cambio de rumbo en cuanto a clasificación.
Un horario de equipo pequeño vuelve a tocarle al Valencia en cuanto a disputar un encuentro, esta vez no en su casa como bien ocurrió ante el Levante, en Vallecas. Los de Carlos Corberán parecen haber encontrado su once y reencontrado con las buenas sensaciones del final de la pretérita temporada, buscando ante el Rayo, zanjar ese problema como visitante que sigue asediando a los valencianistas (desde abril sin ganar)
Corberán da con su once
Los dos encuentros pretéritos han dado para mucho de puertas hacia dentro en el vestuario valencianista. El llegar a ambos con el agua al cuello llevó a Corberán a buscar un giro radical en cuanto a su once, siendo el funcionamiento del «trivote» al que dio entrada contra el Real Betis, el indicio principal de que del cambio era lo idóneo, ganando así la continuidad.
Siendo en el encuentro ante el Levante donde se fortaleció la idea de que Pepelu-Almeida-Guerra debía jugar en conjunto en la medular valencianista, de la misma forma que Hugo Duro, aunque éste en la zona de ataque, donde ha tenido varios acompañantes en cuanto a las bandas (Diego López y Danjuma como tónica y un Rioja más escorado hacia ser el revulsivo). El madrileño tuvo un final de derbi más que correcto, desatascando el marcador y dejando claro que las funciones que realiza Lucas Beltrán (hacer llegar a las hienas traseras mediante su juego de espaldas) también él puede hacerlas.
A su vez, la defensa parece haber dado ese paso al frente tan necesitado a favor de un Valencia al que le hacen goles con facilidad (21 encajados en 13 jornadas). Tanto Correia y Gayà han disipado dudas a su vez que Tárrega intenta seguir instruyendo a un Copete que sigue dando pasos hacia la estabilidad. Mientras que Julen no posee competencia alguna a pesar del runrún generado en cuanto a la portería durante las últimas semanas.
El conjunto valencianista llega a Vallecas con un once que ya ha mostrado que se entiende en casa, siendo como cada cual de los partidos que se juegan lejos de Mestalla, un nuevo examen que verdaderamente dirá si dicho once es legítimopara ambas facetas que debe afrontar el Valencia (local y visitante)
Una victoria que brindaría el alta médica
Las últimas temporadas del Valencia han sido de paciente de Urgencias. El Valencia ha tenido a aquellos que agolpan su graderío semana tras semana ha estado al borde del colapso, dado el haber jugado con la posibilidad de descender a Segunda División hasta en 2 de las 3 últimas temporadas.
El inicio de la presente sigue el mismo canon visto durante parte del ultimo lustro. El conjunto valencianista ya ha sabido lo que es dormir en la zona de descenso aunque ello ha durado realmente poco, puesto que los últimos 4 puntos de los 6 posibles, le han llevado a este muerto, a estar algo más vivo.
Vallecas se presenta en el horizonte como un medicamento de tomar o dejar. En caso de sumar 3 puntos (tomar dicho medicamento), el Valencia podría auparse más allá de esa posición 17 que hoy habita y que verdaderamente se encuentra ardiendo (a 1 punto del descenso) mientras que, dejándolos por el camino (empatar inclusive lleva al Valencia a rehabilitación, lo saca de la camilla) hacia que el Valencia vuelva a ponerse el gotero y posponer su salida del geriátrico.
Separación en la clasificación, igualdad en situaciones
Pese a la brecha habida entre ambos conjuntos en cuanto a clasificación (undécimo el Rayo, decimoséptimo el Valencia), ambos clubes se parecen en cuanto a números ligueros, siendo su falta de gol y las grandes actuaciones de sus guardametas lo que los hace semejantes desde las diferencias, siendo una de las más claras diferencias que el Rayo disputa Europa mientras que el Valencia está lejos de ello.
Ambos clubes poseen verdaderos seguros de vida en su portería. Batalla y Aguirrezabala son octavo y noveno en la clasificación de mayor número de paradas, dos guardametas que no han sido más que el sostén de dos equipos a los que atacan y no poco, aunque habiendo evitado 6 goles más el conjunto madrileño que el valencianista.
En ataque, las cuentas vuelven a asemejarse. Ni Iñigo ni Corberán (técnicos que han optado siempre por un estilo vertical y de búsqueda del juego directo) han encontrado a esa referencia que les haga desatascar encuentros, al mismo tiempo que sí tienen una vistosa pareja de laterales respectivamente y un centro del campo que conecta el sector defensivo con el ofensivo.
El encuentro será entre dos clubes que asemejan y que pueden dejar por la lona al otro. Ganando el Valencia, se mete de lleno en una pelea como el grupo de los 16 puntos, última estancia anteriormente a las posiciones europeas, mientras que si acaba quedándose en Madrid la victoria (como bien no ha ocurrido durante las últimas 3 campañas), el lío en Mestalla volvería a estar servido.

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