2 mayo, 2024

EL DIARIO DEPORTES

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Los deberes pendientes de Gaizka Garitano durante el parón

La competición liguera se sumerge en el último parón internacional del año. Durante los días de inactividad, los técnicos aprovechan para trabajar intensamente aspectos en los que su equipo no termina de rendir y perfilar así su sistema de juego de cara al último sprint de partidos de 2023. En el caso del Almería, los deberes se acumulan para Gaizka Garitano, puesto que son demasiados los aspectos tácticos en los que el equipo se encuentra muy verde, o por qué no decirlo, no demuestra el nivel suficiente para afrontar la competición.

La situación excepcionalmente negativa instalada en tierras almerienses se debe a muchos factores, pero no es el caso del apartado financiero del club. O puede que sí, todo depende de la perspectiva desde la que se mire, aunque hay que destacar que ser el segundo equipo español que más gasto ha desembolsado en fichajes no significa que se hayan realizado operaciones de la manera más óptima para el equipo.

Desembolso en jugadores que no devuelven rendimiento

Este es uno de los principales problemas. El sobreprecio pagado por futbolistas que no han devuelto el rendimiento esperado. En esta sección nos encontramos los 14 millones invertidos en César Montes o los 7,5 que supusieron el traspaso de Ibrahima Koné. Otros como Édgar (4,5) aunque costaron algo menos, tampoco se han adaptado como desearían y ofrecen unas actuaciones de bajo nivel.

Penalti cometido por Édgar González sobre Randy Nteka

Aunque no todos los fichajes han salido ‘rana’. Sergio Arribas se ha hecho cargo de la faceta goleadora del equipo y aparece en segunda línea para empujar los rechaces del rival. Una perla con buen olfato goleador que falta por pulir en la toma de decisiones y en el compromiso defensivo. Otro de los futbolistas que sí han cumplido con lo esperado es Luis Javier Suárez. A pesar de su grave lesión y de su falta de puntería en las primeras jornadas, el colombiano compensaba con trabajo ‘sucio’ que finalmente se fue tornando a goles, pero para mala fortuna del atacante y de su equipo, no podrá ayudar al club hasta enero.

Falta de efectivos en el mediocentro

Posiblemente uno de los aspectos que más castigue a Garitano, especialmente a inicios del próximo año, cuando previsiblemente Idrissu Baba y Dion Lopy reciban la llamada por disputar una nueva edición de la Copa África, dejando a Lucas Robertone como el único mediocentro puro de la plantilla. Si la actual presencia del senegalés y el ghanés son insuficientes alternativas para el equipo, la indisposición que sufre la zona medular obliga previsiblemente a deshacer la palabra de Mohamed El Assy y peinar el mercado invernal en busca de refuerzos para la sala de máquinas.

Aunque Garitano ha afirmado en varias ocasiones que no es una posición a mejorar por la presencia de otros jugadores como Arnau Puigmal o Gonzalo Melero, cualquier presencia de los interiores en la zona de creación es puramente circunstancial al no encontrarse en la demarcación en la que acostumbran a jugar y se antojan como una solución temporal al inconveniente.

Mala fortuna con las lesiones

En el fútbol, la fortuna juega un papel más importante de lo que uno cree. El Almería ha sufrido varias lesiones en las 13 jornadas disputadas hasta el momento, pero estas se han cebado con demarcaciones concretas que han resultado claves en el devenir de algunos encuentros. Sin ir más lejos, seis de los nueve defensas que posee el club han estado lesionados en algún momento de la temporada, coincidiendo en la misma demarcación, como la lesión casi consecutiva de Sergio Akieme, a la que se sumó Álex Centelles en el duelo ante la UD las Palmas cuando el ecuato-guineano se encontraba en la fase final de su recuperación, o la grave lesión de Marc Pubill y la posterior baja de su homólogo, Álex Pozo.

Lesión de Luis Suárez ante el Granada CF

Los laterales y la delantera han sido las parcelas más afectadas. En la zona ofensiva, todo aficionado almeriense aun lamenta el infortunio que Luis Suárez sufrió en la recta final del duelo andaluz ante el Granada. Su recambio, aunque no de garantías pero si posicional, era Ibrahima Koné, que se marchó lastimado de gravedad en el anterior parón de selecciones. El recambio es otra solución temporal. A pesar de que dedicó una etapa de su carrera a ejercer de referente, el hábitat natural de Leo Baptistao reside como acompañante de un punta o en el extremo. A pesar de su doblete en Girona, el brasileño sufre, especialmente en el juego aéreo, a la hora de forcejear con su marca.

Falta de ideas en la creación de juego

Aquí empiezan los aspectos en los que sí puede influir Garitano de forma directa. El último partido fue el ejemplo perfecto del déficit de juego que condena al equipo con balón. En la mayoría de ocasiones, los locales centraron la creación de oportunidades ofensivas mediante el pelotazo desde la zaga defensiva, dejando inoperante su sala de máquinas y facilitando el trabajo a los centrales del equipo rival. Si bien es cierto que el míster opta por un estilo de juego directo, el equilibrio entre el pelotazo directo y el control en zona defensiva vuelve a ser clave para el dominio de los mediocentros indálicos, que así permitan la posibilidad de crear oportunidades mediante los pases entre líneas. Siendo francos, el balón siempre debe pasar por las botas de Robertone.

La sangría defensiva condena al Almería

El rompecabezas de Garitano, quien ha reconocido que es el apartado que más le preocupa, especialmente la defensa de balón parado que proviene desde los laterales. La hemorragia de goles acumulados que arrasa al equipo alcanzó su clímax ante los donostiarras, permitiendo que los tres goles ‘txuriurdines’ llegasen desde el saque de esquina y el punto de penalti, que es otro de los aspectos que desangran al equipo. Las seis penas máximas pitadas en contra han supuesto la pérdida de cinco puntos, que actualmente les dejarían en la 18º posición a un solo punto del Real Mallorca.

Ese es el factor vital en el que debe hacer creer Garitano a sus jugadores. Creer y trabajar. Disipar la debilidad de su zaga defensiva supondría rebajar la media de casi tres goles encajados por partido e intentar hacer del Power Horse el fortín que fue durante la anterior temporada y que le permita luchar hasta el final por una permanencia que se aleja cada vez más.