La fragilidad en defensa sigue haciéndose notar tras 4 encuentros en los que el Sevilla ya se ha dejado 10 puntos de 12
Llega el parón de selecciones y la situación del Sevilla no puede ser más crítica. Tras 4 duelos, el equipo sigue sin sumar de tres. Todo lo contrario, mejor dicho. El conjunto hispalense se marcha al parón de selecciones en 19ª posición en la tabla con tan solo 2 puntos sumados de 12 posibles y un balance de dos partidos empatados y otros dos perdidos. Y ni hablar de las sensaciones, que son abrumadoras. El equipo, que trata de dominar, no es capaz de materializar las jugadas, y si no marcas…
En esta ocasión, el equipo sevillano ha caído nuevamente ante su afición por 2 goles frente al Girona, que no le ha hecho falta mucho para generar peligro. Sin haber tenido demasiadas ocasiones, han conseguido derrotar a un equipo que en defensa se muestra más que débil.
Tanto con tan poco
El encuentro comenzó con un Sevilla cómodo, proponiendo con balón y tomando la iniciativa ante un Girona que esperaba a los andaluces replegado en bloque medio, esperando el fallo del rival. Y el comienzo fue la tónica de lo que sería la primera parte: un Sevilla dominador que a pesar de ello, le cuesta llegar a tres cuartos de campo, y cuando llega, no termina de materializar las jugadas. Con un Ejuke y un Barco activos en banda izquierda asociándose de gran manera, los sevillistas no fueron capaces de sacar petróleo de ninguna acción de peligro. A Isaac Romero se le ve ansioso por ver portería y se precipita con disparos defectuosos y una mala toma de decisiones que perjudica a los de su equipo.
Las ocasiones más claras las tuvo el cuadro local, pero adentrados en los últimos compases del primer tiempo, en un fallo en la transición ataque-defensa por parte del Sevilla, los de Míchel castigaron a los anfitriones, con un gol de Iván Martín, que definió a placer, sin oposición alguna y con portería libre, después de que Barco se despistase y no siguiese su marca. Acto seguido, el Sevilla respondería con un magnífico gol de Ejuke, pero que no subiría al marcador por fuera de juego, marchándose el encuentro con un 0-1, favorable para los gerundenses, aunque justo antes del pitido que indicaría el final de la primera parte, Gazzaniga se encargó de que los hispalenses no recortasen distancias con un paradón a Lukébakio.
Fin a la lluvia de ataques
La segunda mitad del choque no pudo ser más desastrosa. Todo lo que pudo salir mal, salió mal. Los de García Pimienta, mermados por el entretiempo, que les cortó el ritmo de ataques desenfrenados, no fueron capaces de volver a conectar y llegar con claridad a la meta defendida por Gazzaniga. Tal fue el bajón de los nervionenses que el Girona, viéndose por delante en el marcador y oliendo sangre, sí que dieron un paso al frente, hasta el punto de poner tierra de por medio en el minuto 72, con un gol de penalti -muy riguroso y con posible fuera de juego previo a la infracción que ocasiona el gol- de Abel Ruíz, tras varias ocasiones falladas como una de Danjuma en boca de gol alcanzada la hora de partido.
Ni de esa forma el Sevilla fue capaz de lanzarse al ataque. Apenas generó peligro, por mucho que jugadores como Ejuke o Barco lo intentase de todas las formas posibles: metiéndose por dentro, ganando línea de fondo o disparando desde lejos. Los sevillistas en ataque se están viendo superados, y en el fútbol gana el que más goles mete, y si el Sevilla no mete gol, por mucho que domine, difícil…
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