Crónica del Sporting 1-2 Granada: los nazaríes asaltan El Molinón y suman tres puntos de oro

El gol final de Siren Diao otorga el triunfo al conjunto andaluz en un encuentro impregnado por la máxima igualdad

El Granada ha vencido a domicilio al Sporting por 1-2. El tanto de Siren Diao en el minuto 82′, con ayuda incluida de Rubén Yáñez, ha decidido un duelo en el que ha primado la máxima igualdad. En la primera parte, ambos equipos apenas asumieron riesgos y las grandes ocasiones brillaron por su completa nulidad. El gol de Weissman al poco de reanudar el partido rompió el hielo y el encuentro se transformó en un correcalles que provocó el empate. A posteriori, los locales tenían el partido bajo control, pero el joven ariete nazarí que da comienzo a la segunda línea de este párrafo protagonizó la diana del triunfo. Así, los nazaríes dormirán esta noche en la tercera posición, empatados con el segundo (casualmente se trata del Sporting) y se ubican un pequeño pasito más cerca de finalizar esta carrera de fondo con final feliz.

Primera parte: el 0-0 satisfizo a sendos equipos

El Granada arrancó el encuentro con buen pie, llevando a cabo numerosas combinaciones de pases con éxito ante la presión del Sporting. Los locales, por su parte, frecuentaron algunas imprecisiones con balón. Así, Boyé anotó en el minuto 4 un tanto que concluyó con el balón en el fondo de las mallas y el banderín del linier levantado. Ni siquiera los futbolistas nazaríes se animaron a celebrar el tanto ante la obviedad de la posición antirreglamentaria. Pasado el quinto minuto, la escuadra asturiana se hizo con el control de la posesión y cocía las jugadas a fuego lento, mientras que los portadores de la elástica, hoy, verde y blanca tiraron de verticalidad en fase ofensiva.

El partido entró en una fase de máxima igualdad que se extendió hasta el aterrizaje del intermedio. Ni Escribá ni Albés quisieron asumir riesgos con el resultado gafas reluciente en el marcador. Las grandes ocasiones no entraron en escena hasta la segunda mitad. Reinier, que ofreció algún que otro destello a lo largo del duelo, falló un pase al hueco al que no pudo llegar Weissman para amenazar mano a mano a Yáñez. El propio mediapunta brasileño también erró un control dentro del área que podría haber supuesto, como mínimo, el primer susto serio en El Molinón. Más allá, ambos equipos prácticamente pactaron resolver el encuentro a partir del 45′.

Segunda parte: antítesis futbolística con final feliz para el Granada

Reanudado el juego en tierras gijonesas, los locales dieron un paso adelante en busca del primer tanto. No obstante, fue Weissman quien rompió el hielo en el minuto 54 enganchando a la perfección con la zurda una dejada con la cabeza de Reinier para estrenar el marcador. A partir de este momento, el partido se llenó se esos denominados idas y vueltas. En la siguiente jugada, Ricard pudo doblar la ventaja, pero no consiguió materializar una buena contra de los andaluces. Ante esta situación, la euforia tan solo perduró cinco minutos en la ciudad de la Alhambra. Otero aprovechó un despiste de Oscar para colocar el empate de cabeza. Con empate a uno, la locura prosiguió. Boyé rozó el 1-2 en una acción en la que quizás pudo optar por un pase a un Weissman ubicado en una posición más centrada.

Tras la tempestad, el Sporting impuso su guion y empezó a controlar en mayor medida el partido. Oscar, antes villano, se puso la capa de héroe en una acción para evitar una ocasión peligrosísima en la que Mariño poco podía hacer ante un tiro colocado. Los pupilos de Rubén Yáñez, sin llevar a cabo un asedio, pero mostrándose superiores, continuaron amenazando el muro nazarí con constantes acercamientos. Escribá, con su equipo algo atascado, tiró de cambios para modificar la corriente. Pieza por pieza, Gonzalo Villar, Pablo Sáenz y Siren Diao sustituyeron a Trigueros, Reinier y Weissman. Individualmente, destacaron las actuaciones de Boyé, Insua y Sergio Ruiz. En el caso de los dos últimos, sus brillantes actuaciones se mantuvieron vigentes hasta el pitido final. Habituales suplentes durante el transcurso de la presente campaña, el exsportinguista y el cántabro empiezan a llamar al timbre de la titularidad.

Con la última decena de minutos por delante, los rojiblancos impusieron el punto de inflexión definitivo. Boyé pinchó a las mil maravillas un balón aéreo y, a posteriori, se transformó en asistencia. Siren Diao optó por un disparo lejano, a priori fácil de detener para el portero, pero la mano blanda de Rubén Yáñez hizo un inmenso favor a los nazaríes. En busca de la defensa del resultado, Escribá dio entrada a Rubén Sánchez, que chocó las manos con Boyé, para defender en 5-4-1, con Ricard de extremo. Con el corazón en vilo de los granadinistas, el Sporting dio un susto de muerte en el eterno descuento. Jugada a balón parado, magnífico centro de Cote y remate de Olaetxea que impacta con el larguero dos veces para que el propio centrocampista aproveche el rebote y provoque el estallido de El Molinón. Sin embargo, entró el VAR en juego y, tras unos minutos que duraron un partido entero, invalidó el gol. El descuento de siete minutos se prolongó hasta el 99. Así, el Granada sobrevivió con éxito y logró tres puntos de oro en un feudo repleto de leones.