El colombiano marca un hat-trick y se convierte en el verdugo de los de García Pimienta, que quedan eliminados en dieciseisavos
Mal inicio de año para el Sevilla. Muy pronto han caído los hispalenses en esta edición de la Copa del Rey. Tras superar a Las Rozas y UE Olot en las primeras rondas, los nervionenses se medían al Almería, un rival, a priori, inferior también, de una categoría menor, por lo que el pase parecía asequible. Y nada más lejos de la realidad. En el momento que los sevillanos se han encontrado un equipo que les ha puesto mínimamente en aprietos, han flaqueado de manera significativa.
Inicio inmejorable
Si una derrota frente al Almería ya era una sorpresa, más aún lo es teniendo en cuenta que el Sevilla comenzaba ganando con un gol tempranero de Isaac Romero, que en los últimos partidos parece estar teniendo más acierto de cara a puerta, aunque no sea un ritmo excesivamente abrumador.
Los de Nervión, tras el tanto, pusieron en marcha un rodillo que no surtió efecto. Los visitantes llegaban, pero no lograban materializar las jugadas, algo recurrente en lo que llevamos de campaña, un Sevilla al que le cuesta horrores llevar el balón al fondo de las redes. El Almería no era capaz de avanzar, estaba siendo sometido por su rival, pero consiguieron aguantar y obtuvieron el «premio» de irse al descanso cayendo por la mínima, teniendo de tal forma ese margen para remontar en la segunda mitad. Y vaya si lo hicieron…
Caída estrepitosa
Para el Sevilla, el encuentro duró un total de 45 minutos, porque tras el intermedio, el conjunto desapareció. No pareció haber salido del vestuario. Los de García Pimienta se vieron asediados por un Almería que en la segunda parte pisó el acelerador y le endosó 4 dianas a su contrincante, con un Luis Suárez imperial, que se llevó el balón a casa y fue una pesadilla para los sevillistas.
Tras menos de 10 minutos del comienzo del segundo tiempo, el Sevilla ya se veía por debajo en el marcador tras un gol de Marezi en el 49′ y otro de Luis Suárez en el 54′, dando inicio a su cuenta particular que culminaría con un hat-trick. Pero lo peor aún estaba por llegar. Radovanovic sacó un balón de Isaac Romero en la línea de gol, que habría supuesto el empate y podría haber cambiado el curso de la contienda, pero esto fue el inicio del final. El cuadro hispalense se terminó por derrumbar y le cayeron otros dos, recibiendo de esta forma un ridículo 4-1 que supone un varapalo tremendo.
Muchas preguntas y pocas conclusiones
Tal ha sido el batacazo que de un soplo las aspiraciones de conseguir algún título se han esfumado por completo. Y no solo eso, además de la ilusión por posibilidad real que existía de campeonar en la Copa del Rey, estaba implícito el volver a Europa, algo que anhela y extraña la institución, acostumbrada a disputar tres competiciones por temporada.
De este modo, conscientes de la dificultad de acceder a competiciones continentales vía liga, todo lo que rodea al seno del club en estos instantes es negatividad, y la incógnita que queda es la de saber si el Sevilla será capaz de levantarse de este duro revés y si, por consecuencia, la eliminación en copa le viene bien para poder centrarse en liga y escalar puestos en la clasificación al tener más descanso ya que tan solo disputará un campeonato a partir de ahora.
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