27 septiembre, 2025

EL DIARIO DEPORTES

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El Villarreal CF es de Champions League

El Villarreal es el equipo con más partidos en Europa League

El Villarreal cerró la temporada con una victoria ante el Sevilla, certificando una clasificación a Champions tras tres temporadas de ausencia. Los dirigidos por Marcelino pasaron por encima de su rival para después darse un baño de masas con sus aficionados en lo que fue la víspera de una campaña ilusionante.

Marcelino lo ha logrado: el Villarreal ha vuelto a la Champions League tras una temporada redonda para el conjunto amarillo. Después de quedarse en la orilla de la Conference League la campaña pasada, el Submarino Amarillo ha firmado 70 puntos, quedando quinto clasificado y siendo el tercer equipo más goleador de la competición.


Una trayectoria corta pero intensa en Champions

A pesar de ser un club con tan solo 25 años en la élite del fútbol, al Villarreal le ha dado tiempo a vivir grandes noches europeas. La primera del conjunto castellonense fue hace 20 años, cuando los amarillos se quedaron a un penalti —fallado por una de sus mayores estrellas, Román Riquelme— de alcanzar la final.

Fue un jarro de agua fría para un equipo que volvería a la Champions en la 2008-09, y tras haber quedado segundo en la temporada anterior, alcanzaría los octavos de final. Dos clasificaciones a la máxima competición europea en poco menos de un lustro: números que confirmaban que el crecimiento del Villarreal no era un espejismo. El Submarino llegó a Primera para quedarse… y por encima de todo, para soñar.

Tras varios años de ausencia —incluido un descenso—, y mientras competía en la Europa League, el Villarreal regresaría por tercera vez a Champions en la temporada 2016-17, tras una gran campaña firmada por el técnico que hoy los ha devuelto a la élite: Marcelino.

La última aparición en la Liga de Campeones hasta la fecha tendría un sabor especial: tras conquistar la Europa Leagueel primer y único título de la entidad—, el Villarreal alcanzaría las semifinales de la Champions. Dos semifinales en cuatro participaciones, cifras que consolidan el ascenso meteórico de un equipo que volverá a escuchar el himno de las estrellas, esta vez con Marcelino al mando. Un entrenador que representa la resiliencia: fue él quien clasificó al equipo en 2016, pero no pudo dirigirlo en la máxima competición europea. Ahora, el destino le ofrece su merecida revancha.

Una plantilla «becaria» en Champions

El buen hacer del Villarreal en competición doméstica llevará al Submarino a mantener buena parte del bloque que ha devuelto al club a la máxima competición europea. Lo más llamativo de esta plantilla no es solo su rendimiento, sino su escasa experiencia en el panorama continental.

Salvo excepciones como Gerard Moreno, Parejo o Pedraza, partícipes de las últimas semifinales europeas con el Villarreal, y otros como Nicolas Pépé o Denis Suárez, que han disputado la Champions con clubes anteriores, el resto del vestuario aún no ha saboreado la élite europea. Lejos de suponer un problema, esto representa un reto mayúsculo, pero también una oportunidad única para un equipo que ya sabe lo que es hacer historia en Europa.

Una plantilla «joven» en cuanto a experiencia internacional, que estará comandada por un Marcelino renacido, quien tras varios años marcados por la inestabilidad, afrontará su segunda participación en Champions tras hacerlo anteriormente con el Valencia. Hoy, idolatrado en La Cerámica, el técnico asturiano tendrá por fin la oportunidad de liderar en Europa al equipo que él mismo clasificó en 2016, aunque entonces no pudo dirigirlo.


El Villarreal se permite soñar a lo grande

Las últimas actuaciones europeas del Villarreal invitan al optimismo. El club encara la próxima temporada con una ilusión desbordada y el convencimiento de que se puede volver a hacer algo grande. El calendario será exigente: tres competiciones y muchas batallas por librar. Pero Marcelino ya ha dicho que está tranquilo, que el equipo está en buenas manos.

La temporada de ensueño, con 70 puntos y un quinto puesto memorable, ha impulsado a la directiva a preparar una inversión seria para reforzar el proyecto. El objetivo ya no es solo firmar buenas actuaciones o asegurar puestos europeos, sino luchar por títulos. ¿Y por qué no pensar en levantar la Champions League o jugar su final?

Con una plantilla joven, ambiciosa que ha demostrado no tener miedo, el Villarreal se lanza a la Champions League con la ambición por bandera. Lo hace con la humildad del que sabe de dónde viene, pero con la ambición del que sabe a dónde puede llegar. Si la moneda sale cara, el Submarino Amarillo podría volver a escribir otra página gloriosa en su corta pero intensa historia europea.