El Real Madrid ha recibido una noticia muy esperada con vistas al Mundial de Clubes: Dani Carvajal, Antonio Rüdiger y Éder Militão se entrenan ya con el grupo tras largas lesiones. Entre ellos acumulan más de 500 días fuera de combate (rotura de ligamento cruzado y menisco), por lo que su regreso supone un soplo de aire fresco para Xabi Alonso .
Militão, operado en noviembre, avanza a buen ritmo y ya realiza entrenamientos con balón; Rüdiger y Carvajal completan ejercicios posicionales y físicos. Aun así, el cuerpo técnico aplica el método progresivo: no se prevé que arranquen como titulares, pero estarán disponibles para rotaciones a lo largo del torneo .
Estos regresos también tienen un componente emocional y de liderazgo: aportan experiencia, ayuda en el vestuario, y son referentes del vestuario merengue. Carvajal, en particular, actúa como puente entre plantilla y staff debido a su relación con Xabi Alonso, mientras que Rüdiger y Militão ofrecen seguridad táctica.
Durante los entrenamientos se les ha visto en condiciones óptimas, participando en ejercicios de presión, centros y repliegues. El club prefiere medir su carga física antes de exponerlos en competición oficial, procurando maximizar su impacto sin riesgos.
Su presencia aumenta la competencia interna en defensa y amplía las variantes del sistema anticuado. En un torneo corto, disponer de alternativas fiables es una ventaja clave. El estilo exigente de Xabi Alonso se beneficia de un bloque con mayor capacidad de rotación y fiabilidad táctica.
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