El joven delantero camerunés tiene las horas contadas en el Villarreal, que le ha quitado el cartel de «intocable», poniéndolo en el escaparate de últimas ventas del mercado estival. Con una cláusula de 5 millones de euros, interesados no le están faltando a un joven africano que y en caso de quedarse en Vila-Real, verá cómo sus opciones de minutos caen en picado.
Está siendo un verano movido para Karl Etta-Eyong, lo que parecía el preludio al asentamiento en el primer equipo del Villarreal tras un gran año en la disciplina «B» del conjunto amarillo y un gran final de temporada en la élite, ha pasado a ser un ostracismo para el joven ariete, que ha desaparecido de los planes de Marcelino aún habiendo hecho una gran pretemporada e inicio de campaña, teniendo you la cabeza en el futurible club que le eche el lazo.
El Barça quiere pero no puede
El asentamiento en la élite y la capacidad de generar cifras del canterano del Cádiz no han pasado desapercibido en Can Barça, sumido en una inestabilidad económica que podría llevar al jugador a no recalar desde un principio en la entidad blaugrana, teniendo un breve paso por el Real Betis, con el que el FC Barcelona habría acordado una cesión.
El conjunto catalán lo tiene claro: Etta es uno de sus objetivos a futuro. Aún con dicho deseo, el ser una operación con dinero de por medio, lleva al FC Barcelona a retroceder en cuanto a avances por el africano, dada la falta de liquidez que asedia las oficinas de Sant Joan Despí en la que no han podido formular la inscripción de parte de sus recientes fichajes, faltando Bardghji por completar las inscripciones de nuevas altas en el conjunto culé.
Por el momento, el Barça ha mostrado mero interés por el jugador del Villarreal, cuya cláusula está siendo uno de los temas de final de mercado. Unos hablan de 5, otros de 10, pudiendo subir esta a los 30 millones el próximo 1 de septiembre, en lo que sería el descarte definitivo de una venta y por ello, que el jugador se quedase a las órdenes de Marcelino.
En la Comunidad Valenciana no le pierden el ojo
Como vecino que te pide que le dejes una herramienta han ido Levante y Valencia a preguntar por Etta Eyong, cuya supuesta cláusula de 5 millones se encuentra atrayendo a conocidos y extraños a fin de hacerse con sus servicios. El interés del Valencia fue cuanto menos efímero, el ansia por firmar a Sadiq ha llevado al conjunto de Mestalla a dar la espalda a diferentes posibilidades, entre ellas, la de un Eyong que y en caso de recalar en la capital valenciana, únicamente vestiría de azulgrana.
Tras Kolayipou, el Levante busca un delantero más que complemente al ex jugador del Lens y a Iván Romero, referencia del conjunto granota en el inicio de temporada, habiendo demandado una cesión el conjunto del Ciutat de València a un Villarreal que podría poner el ojo en uno de los futbolistas cuya salida del Levante parece inminente como bien es Carlos Álvarez tras dejar ir el Submarino Amarillo a Yéremi Pino.
Aún con ello, las distancias entre ambos clubes parecen distantes, encontrándose actualmente el Villarreal enfocado en el fichaje de Georges Mikautadze tras firmar a Oluwaseyi -que cerrarían la puerta de los minutos al africano- mientras que el conjunto granota parece que optará por la continuidad de Carlos Espí, que no ha acabado de sellar su salida hacia la Segunda División.
Así es el futuro cercano de Etta Eyong en Villarreal
El fichaje del georgiano además de la contratación del delantero canadiense por el Villarreal no es más que la puntilla con Etta, que ve como el conjunto amarillo firma nombres en su posición que se añaden a otros que parecen encontrarse por delante en el organigrama de Marcelino –Ayoze o Pépé a la espera de ver el rol que asumirá Gerard Moreno una vez vuelto de su cesión.
El incremento de competencia en la posición, sinónimo de recorte de minutos, hace que el jugador deje la puerta abierta a su salida, cuya aún no encontrándose sellada -pudiendo el jugador incluso quedarse en la disciplina amarilla, parece pactada a fin de uno de los culebrones de final de mercado.
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