Plato fuerte para acabar un año agridulce. Incluso demasiado fuerte. La UD Almería se pondrá el mono de trabajo para terminar la desastrosa última mitad del año ante todo un coco, el FC Barcelona. Los indálicos llegan al duelo en una de las peores crisis de resultados de la historia de la máxima competición española y, aprovechando las fechas, necesitan dar la campanada para sacar algo positivo del duelo de Montjuic ante un conjunto culé que se encuentra en su particular ‘crisis’ y que necesita los tres puntos para seguir desde lejos la estela de Girona y Real Madrid.
Los almerienses llegan con lo puesto en el mediocentro y el ataque. El mediocampo está siendo una posición muy castigada por las lesiones. Si bien una de las dos posiciones de la médula estaba cubierta por Lucas Robertone, el capitán tiene varias razones para no estar en el último partido del año. Durante el pasado choque ante el Real Mallorca, tuvo que ser sustituido en el tiempo de descanso tras notar un pinchazo en el aductor de su pierna derecha. Consciente de la dolencia, el argentino aumentó el tono de sus protestas desde el banquillo para cumplir ciclo en un partido que sabía que no podría disputar.
Choque de malas dinámicas… y lesionados
La otra cara de la plaga de lesiones vuelve al sóleo de Gonzalo Melero. El madrileño forzó en el partido ante los baleares entrando en el descanso por el propio Robertone y aguantó poco más de 20 minutos al notar una recaída en el sóleo de su pierna izquierda. Con estas bajas, se presupone que Garitano apueste por Baba y Dion Lopy como pareja de centrocampistas para el último partido de 2023, al que los almerienses llegan al borde del precipicio en la parcela de resultados, con cinco puntos, a nueve de la salvación, con todos los deberes por hacer para la segunda vuelta y con la más que previsible incorporación de efectivos en el mercado invernal.
Tampoco llega en su mejor momento el FC Barcelona. Los de Xavi acumulan un balance de dos derrotas y un empate en sus tres últimos partidos y necesitan los puntos para poder seguir la estela del Girona, que continúa en estado de gracia. Los blaugranas arrancan la jornada nueve puntos del equipo dirigido por Míchel y Xavi necesita una victoria que calme los ánimos durante el parón navideño. El técnico de Terrassa también afrontará el choque en plena plaga de bajas, en las que se han sumado recientemente Frenkie De Jong, por acumulación de amarillas y Pedri, por una rotura muscular. La indisposición de los dos estandartes de la zona medular se suman a la lista de bajas en las que se encuentran Ter Stegen, Gavi, Íñigo Martínez y Marcos Alonso.
Los almerienses se aferrarán al último encuentro entre ambos equipos para creer que se puede. Aquel Almería del mes de marzo afrontaba el partido ante los culés con un balance de más de un mes sin conocer la victoria. Aprovechando las rotaciones de Xavi, los almerienses creyeron en la machada y El Bilal Touré estampó el 1-0 definitivo en la primera mitad para firmar el cambio de tendencia que, a la postre, supuso la permanencia almeriense.
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