Los nazaríes, tras los cuatro empates anteriores, sudaron sangre para reencontrarse con la victoria
Agosto. Mes en el que los nazaríes lograron su primer triunfo en su regreso a Segunda división. Fue en Ferrol, en la segunda jornada. Desde entonces, el Granada acumuló cinco duelos consecutivos sin saborear un bocado de tres puntos. Una derrota ante el Huesca y un mes de septiembre plegado de empates. Con octubre en la cima del calendario, los rojiblancos se han reencontrado con la victoria. Con sufrimiento de por medio, especialmente en la segunda mitad, el conjunto andaluz ha mostrado una buena versión futbolística sobre un verde en el que la mano de Fran Escribá se hizo notar.
El Granada ha vencido esta tarde al Mirandés gracias a un solitario tanto de Shon Weissman. Curiosamente, tuvo que ser el ariete israelí quien protagonizara el factor diferencial del encuentro en Anduva tras lo vivido en este comienzo de temporada. El delantero, tras regresar de su préstamo en la Salernitana, se ganó la confianza de Guille Abascal y, ante el Málaga, falló un penalti que, probablemente, puso la guinda al despido del técnico sevillano.
Primera parte
Sonado el silbato, el Granada llevó las riendas del partido durante los primeros instantes de juego. Los nazaríes comenzaron con mucha posesión, sin prisa ni ansiedad. El Mirandés, por su parte, derrochaba señas de comodidad sin el esférico hasta un minuto 16 que marcó la diferencia. Una contra liderada por Jozwiak concluyó con un centro del polaco que finalizó Weissman para estrenar el electrónico. Los jugadores rojillos protestaron con intensidad un posible penalti previo por mano de Ricard. También se revisó un hipotético fuera de juego de Weissman. Finalmente, la diana se hizo valer.
A posteriori, el Mirandés asumió más protagonismo ante el ordenado sistema defensivo del Granada, principal seña de identidad “made in” Escribá. Ricard intentó una volea desde la frontal cuya volea tocó la red superior y engañó a más de uno. Mariño cumplió con mucha nota en su segundo partido. Su primera intervención salvó el gol de Joel Roca tras un error de Weissman en salida de balón. Durante la primera mitad, la zaga nazarí se cargó de tarjetas. Loïc Williams, Ignasi Miquel y Ricard vieron la cartulina amarilla, dejando a la defensa muy condicionada de cara al segundo tiempo.
Segunda parte
Con el encuentro recién reanudado, Uzuni perdonó un mano a mano ante Raúl Fernández que, a posteriori, pudo haber rebajado los decibelios de sufrimiento. La segunda parte portó por bandera el mismo guion de principio a fin. El Mirandés se volcó con vistas hacia el empate ante un Granada muy fino en defensa del área. Los nazaríes perdieron el control de los mandos (momentos de poca precisión tras recuperación), pero se mantuvieron firmes ante las constantes amenazas de los hombres dirigidos por Lisci.
Destacó el partido del doble pivote del Granada. Gonzalo Villar cogió la batuta del partido y cada toque de balón del murciano sonaba a música clásica. Hongla, por su parte, aportó solidez defensiva y bastante mayor corrección con balón que en duelos anteriores. Asimismo, la pareja de centrales firmó un sobresaliente encuentro. Especialmente, Loïc Williams exhibió acciones de dominancia y se mostró prácticamente insuperable en duelos defensivos.
Ante dicho contexto de partido, Boyé y Trigueros entraron en escena para aportar respiros para su equipo. Por momentos, lo lograron, aunque el asedio atacante del Mirandés continuó estirándose en el partido. En la recta final, Panichelli no pudo definir peor en una segunda jugada dentro del área en la que Ricard Sánchez se olvidó de su marca. Asimismo, Mariño vistió la capa de héroe para salvar en diversas acciones a los visitantes. El guardameta gallego sacó a relucir sus guantes en Anduva. Destacó un tremendo palmeo ante un tiro a bocajarro que salió, de nuevo, de las botas de Panichelli. Finalmente, tras una ardua guerra en Anduva, el colegiado decretó la finalización del encuentro. El Granada recuperó la sonrisa.
Más historias
Crónica del Huesca 1-1 Granada: Boyé rasca un punto de oro
Fran Escribá: “El optimismo me viene porque el funcionamiento colectivo es bueno”
Crónica del Granada 0-0 Mirandés: el atasco de los nazaríes dicta sentencia