Jesús Rodríguez volvió a ser, una vez más, el jugador más destacado de los de Manuel Pellegrini en un partido en el que salió lesionado
El Betis vuelve a la senda de la victoria. Los béticos no están firmando una gran campaña precisamente. Marcada por la irregularidad, este tramo de la temporada está siendo bastante duro para los verdiblancos, aunque esta vez consiguieron sumar de tres en un duelo vital por reengancharse en la pelea por el acceso a los puestos de Europa, ante un rival directo tanto por intereses como por zona en la tabla y puntuación.
Sometidos desde el principio
La primera mitad ha sido un baño de realidad para el Betis, que ha visto cómo el Mallorca, sin mucho esfuerzo, les ha puesto en problemas casi en cada acción de ataque, dejando en evidencia el sistema defensivo de los andaluces, que esta temporada está destacando por una especial fragilidad. Entre las jugadas más destacadas queda la triple ocasión del Mallorca, en la que Robert Navarro se fue de Adrián San Miguel y la puso para la llegada de Dani Rodríguez, que estrelló el balón en la defensa visitante, que rebotó otros dos disparos más.
Tanta fue la inferioridad del cuadro de Heliópolis que la única «oportunidad» de la que gozaron fue una complicación entre Greif y Raíllo, pues el portero se la echó por encima de Jesús Rodríguez, que presionaba la acción, y el central se la devolvió defecuosamente, lo que provocó un buen susto para los bermellones, aunque no llegó más. De modo que lo más cerca que ha estado el Betis del gol ha sido más demérito del Mallorca que por mérito propio.
Así las cosas, la contienda se marchó al entretiempo con un 0-0 que bien pudo ser un resultado favorable para los locales de no ser por su falta de efectividad, ya que fueron muy superiores a su rival.
Los canteranos, muy presentes
El Real Betis llegó al encuentro con una grandísima cantidad de bajas, por lo que la convocatoria estuvo plagada de canteranos, que están realizando un curso más que notable en la Primera Federación, pero que no están teniendo mucho protagonismo en el primer equipo, más allá de la participación de un Jesús Rodríguez que, cada partido que pasa, se afianza aún más en el once gracias a su buen desempeño.
Tanto es así que las últimas semanas el canterano ha sido de lo poco salvable de los sevillanos, y este encuentro no iba a ser menos. En un partido que parecía estar estancado, el de Alcalá de Guadaira fue el único, junto a Isco, que generaba sensación de peligro a los mallorquines. A Mojica y Omar Mascarell los tuvo desquiciados. Incluso, el hispano-guineano acabó expulsado por un plantillazo a Jesús, que no pudo salir por su propio pie.
La segunda mitad fue algo más descafeinada, y lo más destacable fue el ingreso de los jóvenes del Betis, que no solo cumplieron, sino que además dejaron un muy buen sabor de boca al aficionado bético. Pablo García y Ángel Ortiz tuvieron su oportunidad y aprovecharon para dejar algún que otro detalle de calidad. Y es que incluso se podría decir que fueron decisivos, pues, además de desequilibrar a sus rivales, en los últimos compases del encuentro, Isco filtró un pase a Ángel Ortiz, que centró el balón de gran manera para que Bakambu, con un cabezazo inapelable, batiese a Dominik Greif y diese una victoria agónica a la par que clave para los suyos.
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