Las Palmas es uno de los escenarios más complicados para el conjunto de Mestalla. Solo suma 3 victorias en los 13 enfrentamientos jugados en la isla entre ambos clubes, lo que llama a la desesperanza de un Valencia que está obligado a sumar, ya no para soñar con una hipotética clasificación a Europa, sino para certificar una permanencia que, aun habiendo obtenido buenos resultados bajo el mando de Carlos Corberán, sigue sin haberse cerrado. Las Palmas podría convertirse en el verdugo de un Valencia venido a menos en las dos últimas jornadas.
El Valencia tiene un verdadero desafío en su visita a Gran Canaria. Al conjunto valencianista se le atraganta jugar en el estadio insular, siendo la última victoria en casa de los pío-pío en 2001. Ganar en Las Palmas simbolizaría un antes y un después para ambos equipos: el Valencia se olvidaría por completo del descenso, mientras que el conjunto de Diego Martínez se alejaría de las posiciones peligrosas si logra repetir el triunfo conseguido en la ida.
Perder es meterse en líos
El encuentro en Gran Canaria es una verdadera final para ambos equipos. Sumergidos en la zona baja de la clasificación durante gran parte de la temporada, tanto valencianos como isleños buscan una victoria que los libere mentalmente de la lucha por la permanencia. A pesar de la diferencia de posiciones y puntos (decimocuarto el Valencia, decimoctavo Las Palmas, separados por 7 puntos), una derrota podría significar volver a meterse de lleno en la pelea por el descenso, que llega a las últimas cinco jornadas con dos de las tres plazas aún por decidir.
Una hipotética victoria del conjunto isleño tiraría por tierra gran parte del trabajo realizado por Carlos Corberán durante su estancia en el Valencia. Desde su llegada, el técnico ha logrado poner hasta 7 puntos de distancia respecto al descenso, pero una derrota en Gran Canaria —donde ya perdieron la pasada temporada— volvería a meter al equipo en apuros, al haber cedido 3 puntos a un rival directo por la salvación.
Por su parte, una derrota de Las Palmas podría suponer una estocada importante para un equipo que, tras un ilusionante ecuador de temporada, llegó a parecer destinado a objetivos mayores que la zona media. Sin embargo, el conjunto ahora dirigido por Diego Martínez ha caído en picado hasta colocarse a solo 2 puntos de la salvación, actualmente marcada por el Alavés, rival directo por la decimoséptima plaza que garantiza la permanencia.
Una victoria para seguir soñando
Salir victorioso del enfrentamiento simbolizaría una bombona de oxígeno para ambos equipos, necesitados de triunfos esta temporada. El Valencia solo ha ganado una vez fuera de casa en toda la campaña, y fue ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Conseguirlo ahora en un estadio como Gran Canaria, donde no vencen desde hace 24 temporadas, serviría para amarrar la permanencia e incluso engancharse a la pelea por Europa, actualmente marcada por Osasuna con 44 puntos —solo 5 más que un Valencia que podría quedarse a 2 de esa octava plaza.
En cuanto a la UD Las Palmas, al igual que la temporada pasada, se ha olvidado de Europa. Tras un inicio irregular que acabó con la marcha de Luis Carrión, la llegada de Diego Martínez propició una buena racha, pero los amarillos han terminado cayendo a la decimoctava posición, lo que los devolvería a Segunda División tras solo dos temporadas en la élite.
Los amarillos llegan al encuentro más necesitados de puntos que el Valencia, cuya racha de 4 victorias y 4 empates en los últimos 8 encuentros le ha permitido tomar una ventaja de 7 puntos sobre la zona de descenso. Esa distancia es la que busca recortar una UD Las Palmas que, si logra la victoria —la segunda consecutiva como local—, batiría a uno de los peores visitantes del campeonato.
¿Puede el Valencia seguir soñando con Europa?
Durante las últimas semanas, el relato en Valencia ha dado un giro completo. Los buenos resultados obtenidos de la mano de Carlos Corberán han llevado a la afición valencianista a olvidarse del descenso para creer en Europa.
El hecho de ir ocho equipos a competición europea esta temporada —pudiendo ser nueve si el Athletic Club gana la Europa League— ha permitido al aficionado del Valencia aferrarse a la posibilidad de volver a Europa tras cinco años de ausencia. La buena racha encadenada por el equipo dirigido por Corberán hizo soñar aún más a un Valencia que pasó de estar a siete puntos de la salvación a situarse a solo seis de los puestos europeos, frenándose las últimas en las últimas dos jornadas.
No haber conseguido la victoria ni ante el Rayo Vallecano en Vallecas ni contra el Espanyol en Mestalla ha hecho que la afición del Valencia vuelva a poner los pies en la tierra tras un tramo de la temporada en el que Europa, un sueño atípico este año, llegó a convertirse en una auténtica obsesión para una afición muy castigada. A pesar de que el regreso a Europa parece haberse vuelto una utopía tras los discretos resultados de las últimas dos jornadas, una victoria fuera de casa podría reavivar la esperanza europea. Puntuar en un escenario como el de Gran Canaria, a pesar de que queden pocas jornadas y de los factores adversos que aún pesan, inyectaría confianza plena a un Valencia que se acercaría a la zona medio-alta de la tabla. Un equipo que, además, habría dejado ya atrás las preocupaciones por la permanencia, al tenerla prácticamente asegurada.
¿Puede soñar el Valencia?
Más historias
Relación rota entre el Valencia y Dimitreivski
Enzo Barrenechea: cerca pero lejos del Valencia
Lucas Núñez da el salto al primer equipo