Yéremy Pino y Álex Baena, en la rampa de salida del Villarreal

Pino y Baena podrían ser dos de las ventas más importantes realizadas por el Villarreal en su proceso de reconstrucción de cara a disputar la Champions League. El canario cuenta con suculentas ofertas que lo “bañarían” en dinero árabe, mientras que el de Roquetas de Mar está en el radar del Atlético de Madrid. Con un valor aproximadode ambos jugadores cercano a los 50 millones de euros —Yeremy en torno a 30 millones—, el Villarreal podría llegar a recolectar entre 80 y 90 millones de euros.

El club castellonense busca dar un lavado de imagen para afrontar una temporada en la que disputará tres competiciones. La clasificación para la Champions ha brindado al Villarreal alrededor de 30 millones de euros, que se sumarán a las importantes ventas que prevé realizar en el próximo mercado estival. Activos como Pino o Baena podrían nutrir económicamente al club, que tradicionalmente ha acostumbrado a vender a sus estrellas.

Baena, el ojito derecho del Atlético de Madrid

El conjunto rojiblanco busca un extremo izquierdo que dé soluciones. Tras el bajo rendimiento de Rodrigo Riquelme—quien podría incluso entrar como parte de pago para abaratar la operación Baena— y un Samuel Lino que no ha cumplido con las expectativas, Gil Marín ha puesto su mirada en Álex Baena (Almería, 2001).

Aunque el jugador almeriense aún no ha firmado sus mejores números con el Submarino Amarillo —6 goles y 9 asistencias—, lleva tiempo llamando la atención del Atlético. Ya el pasado verano, con la llegada de Alexander Sorloth, los colchoneros contemplaron la posibilidad de hacerse con Baena, que finalmente se quedó en Villarreal, donde ha mostrado su verdadero potencial una vez respetado por las lesiones.

Con la incorporación de Baena, Simeone dejaría de probar distintas opciones en ese extremo izquierdo —incluso Reinildo ha contado con minutos en esa posición— para contar con un extremo puro como el exjugador del Girona, capaz de pisar área y asociarse, como bien se vio con Sorloth la pasada temporada, con quien se reencontraría el jugador español, aunque lejos de un Villarreal que parece ya dar por perdido a uno de sus principales activos durante las últimas temporadas.

Arabia llama a la puerta de Yéremy

A pesar de una temporada difícil, plagada de lesiones, Yéremy Pino sigue siendo uno de los futbolistas con mayor estatus en el Villarreal y con mejor cartel fuera del club amarillo. El canario suma ya un lustro en la entidad grogueta, y si algo ha marcado su trayectoria en este tiempo han sido las constantes lesiones que han frenado su progresión.

Desde su debut con el primer equipo, tras buenas actuaciones en el filial y equipos afiliados del Villarreal CF, Pino se ha perdido hasta 61 partidos por diferentes problemas físicos. Sin embargo, al igual que otros casos como el de Juan Foyth, el atacante no ha desistido, mostrando siempre una capacidad de resiliencia destacable. Actualmente, tras superar una rotura del ligamento cruzado, está firmando sus mejores registros desde que aterrizó en el primer equipo.

Con 3 goles y 7 asistencias en una campaña marcada por su grave lesión, el nombre de Yéremy ha comenzado a sonar con fuerza en Arabia Saudí. Desde allí, quieren “bañar en oro” el talento del extremo, valorando su capacidad de desborde, asociación y liderazgo, además de su creciente rol en la selección española.

El canario tiene contrato hasta 2027, pero el Villarreal no descarta una posible venta que, más que por lo deportivo, dolería en lo emocional. Marcelino cuenta actualmente con Ilias Akhomach y Nicolás Pépé para esa demarcación, dos futbolistas con nivel suficiente como para suplir al que fue uno de los grandes artífices del primer título europeo de la historia del club.

Un Villarreal «vendedor» de estrellas

En el hipotético caso de abandonar el conjunto castellonense, tanto Álex Baena como Yéremy Pino se unirían a una extensa lista de futbolistas que, tras alcanzar un pico de rendimiento, optaron por tomar la puerta de salida del Villarreal CF.

Sorloth, Rodrigo Hernández, Diego Forlán —si echamos la vista algo más atrás—, Chukwueze o Nicolás Jackson son solo algunos de los nombres (entre muchos otros) que, tras destacar en el Submarino Amarillo, decidieron salir del club en búsqueda de nuevas exigencias procedentes de equipos con mayor músculo económico y deportivo.

El Villarreal, acostumbrado a este tipo de operaciones, rara vez se arrepiente de dejar salir a jugadores. El modelo del club parece claro: formarlos, aprovecharlos, venderlos y reinvertir. Una filosofía que responde a la máxima de que «el club está por encima de cualquier jugador», y que ha hecho que la entidad se reinvente en constantes ocasiones.

La posible venta de Baena y Pino, que podría suponer un ingreso conjunto de 80 a 90 millones de euros, llegaría como agua de mayo para un club que no teme acudir al mercado. Muy al contrario: lo domina. Ese capital serviría para reforzar una plantilla que, el próximo curso, tendrá que competir en tres frentes —uno de ellos, la siempre exigente Champions League—. Y si hay algo que ha demostrado el Villarreal, temporada tras temporada, es que cuando vende, sabe fichar. Y cuando se reinventa, lo hace para seguir creciendo.

¿Acabarán saliendo ambos jugadores?