14 julio, 2025

EL DIARIO DEPORTES

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Betis y Valencia: dos realidades opuestas

Betis y Valencia cierran su temporada enfrentándose entre ellos.

Verdiblancos y valencianistas cierran su respectiva temporada enfrentados en el Benito Villamarín. Con el Betis pensando en su final de Conference League y un Valencia con la mente ya puesta en la siguiente temporada, un duelo descafeinado pondrá fin a la campaña de dos clubes que han generado una verdadera rivalidad en los últimos años.

Desde la final copera de 2022, que acabó decantándose del lado verdiblanco, Betis y Valencia han seguido caminos cuanto menos heterogéneos en el panorama tanto nacional como internacional. Mientras el Betis ha crecido y se ha consolidado como un fijo en competición europea de la mano de Pellegrini, el Valencia ha vagado por la zona media-baja de la clasificación, en la que volverá a finalizar tras coquetear otra vez con un descenso cuyo nombre hace años que no escucha en Heliópolis.

El Betis, a un paso de la gloria

El Betis y el beticismo viven uno de los momentos más bonitos de la historia desde su fundación en 1907. La entidad de Heliópolis, tras ser superior en las eliminatorias de la Conference League, se ha plantado en su primera final europea, donde el Chelsea será el único obstáculo que separa a los de Pellegrini de alzar un título continental en el cielo de Breslavia.

Es por ello que los verdiblancos afrontan el partido ante el Valencia con la mente puesta en Polonia. Un Valencia que, en otro contexto, podría ser un verdadero hueso duro de roer para los andaluces . Las altas probabilidades de título y el buen nivel mostrado por los titulares han llevado al “Ingeniero” a reservar parte de su artillería de cara a la gran cita. Una que podría redondear una temporada notable, aunque sin el premio de la Champions —arrebatado por un Villarreal que ha cerrado el curso a ritmo de crucero.

Con la presencia en Europa ya asegurada, el aficionado bético llega tranquilo al último enfrentamiento liguero. Un cierre de curso que, en las últimas temporadas, ha sido sinónimo de celebración: ya son seis campañas consecutivas finalizando en posiciones europeas, unas plazas que el Valencia no pisa desde hace más de una década.

Un Valencia sin la identidad

Ya desde antes de esa final copera, el ambiente estaba caldeado en Valencia. La destitución de Marcelino, Pablo Longoria y Mateu Alemany por parte de Peter Lim fue el preludio de un descenso sin frenos que, a día de hoy, parece no tener fecha de frenada.

Tras la marcha del técnico asturiano, el Valencia vive una de sus peores crisis como entidad: seis temporadas sin pisar competición europea, una final de Copa perdida y una clara falta de proyecto e inversión que han llevado a los de Mestalla a convertirse en un conjunto de media tabla, casi inofensivo para clubes que acostumbran a finalizar en la parte alta de la clasificación.

Lo que parecía la temporada que certificaba el descenso a Segunda División, ha acabado siendo una campaña donde el Valencia ha podido respirar mínimamente tras firmar números deleznables. La llegada de Carlos Corberán, a pesar de haber dado un lavado completo al vestuario, no parece haber afectado a un Peter Lim que tiene toda la pinta de volver a desmarcarse en el mercado estival de un Valencia que se ha quedado con el único objetivo de sobrevivir en Primera. 

El Valencia debe tomar ejemplo del Betis

Los últimos años del Betis no se entienden sin el sacrificio y la retroalimentación brindados por Ángel Haro y Máximo Catalán, máximos accionistas del club. Los propietarios del centenario de Heliópolis han convertido al conjunto bético en una entidad acostumbrada a disputar competiciones europeas e, incluso, a levantar títulos, como ya hicieron hace tres temporadas.

La situación del Betis supone un nuevo dardo en la diana de un Valencia al que le falta orden y proyecto, dos pilares fundamentales que sustentan el buen hacer actual del Real Betis. Aún así, a los verdiblancos les falta dar el siguiente paso: la clasificación para la Champions League, requisito para ser reconocido como un equipo de primera línea en el fútbol español.

Mientras el Betis avanza sin riesgo de frenada ni incertidumbre, el Valencia transita por un calvario que parece no tener fin.