Rodrygo Goes siempre ha sido una figura difícil de ubicar en el mapa del Real Madrid. Demasiado bueno para ser suplente, pero sin la contundencia necesaria para ser intocable. A sus 24 años, el atacante brasileño afronta una temporada decisiva, en medio de una plantilla repleta de talento ofensivo y con un contexto que no le favorece en absoluto.
La llegada de Endrick, el impacto inesperado del canterano Gonzalo García y la consolidación total de Vinicius han comprimido aún más el ataque del equipo blanco. Rodrygo, que ha sido capaz de firmar goles clave en Champions y en partidos importantes de Liga, parece cada vez más alejado del foco.
Un verano sin brillo
Durante el Mundial de Clubes, el brasileño no ha conseguido ofrecer actuaciones que despejen las dudas, habiendo jugado un total de 83 minutos en toda la competición, sólo logrando repartir una asistencia en el primer partido, frente al Al-Hilal, mientras el canterano Gonzalo García brillaba con sus goles.
La sensación es que no ha terminado de encontrar su lugar en el equipo. La competencia es feroz y los minutos, limitados. Ha quedado atrapado en un perfil intermedio: ni desequilibrante como Vinicius, ni decisivo como un nueve puro.
Blindado por contrato, ¿hasta cuándo?
El ex del Santos renovó con el Real Madrid en 2022 hasta 2028, con una cláusula de rescisión de mil millones de euros. Ese movimiento, en su día reflejó la confianza del club en su potencial. Tres años después, ese contrato parece más una medida preventiva que una muestra de liderazgo deportivo.
No hay ofertas formales por él, pero sí interés. Desde la Premier League y desde Brasil se han producido contactos indirectos. Él, por su parte, no ha dado señales de querer marcharse. Sigue convencido de que puede triunfar en el Madrid, pero sabe que el contexto ha cambiado. Ya no es una promesa. Es presente, y el presente empieza a exigir algo más.
Una cuestión de encaje
Más allá de lo individual, su situación también se explica por una cuestión de estilo. El Madrid de Xabi Alonso apuesta por un fútbol más directo, más físico, con extremos potentes y puntas que ataquen el área. Rodrygo, en cambio, necesita participar más en la creación, tocar, moverse entre líneas. Son estilos distintos, el esquema no le favorece y el reparto de minutos es cada vez más ajustado.
¿Posibles salidas?
Tras la salida de Son del Tottenham Hotspur, Rodrygo podría ser el elegido para ser el recambio del coreano en los Spurs, siendo este uno de los equipos que más suena en caso de una posible salida.
Una temporada para definirse
El mercado sigue abierto y el futuro de Rodrygo no está del todo cerrado. Podría quedarse y pelear por su sitio, o aceptar que su etapa en el Bernabéu se acerca a su final. No sería el primero. Rodrygo no es un problema para el Real Madrid, pero tampoco una solución clara. Y en un club como este, la indefinición rara vez tiene premio.
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