El Villarreal tumba al Oviedo (2-0) y amarga su regreso soñado a Primera División

En su primer partido de liga, el Villarreal deslumbró en el césped de La Cerámica al vencer con autoridad a un Real Oviedo que se vio afectado por un penalti fallido, una expulsión temprana y un regreso que rápidamente se convirtió en una pesadilla.

PRIMERA MITAD

El Villarreal inauguró la temporada con un triunfo convincente y dejó al Real Oviedo sin margen para soñar en su regreso a la élite. El encuentro comenzó con un aviso visitante. En el minuto 13, Salomón Rondón dispuso de un penalti que pudo cambiar la historia del partido, pero su lanzamiento, blando y previsible, fue detenido por Luiz Júnior. La resistencia ovetense se quebró pronto. En el minuto 27, Alberto Reina vio la segunda amarilla en apenas media hora y dejó a su equipo en inferioridad numérica. La inferioridad fue castigada de inmediato. Solo dos minutos después, Etta Eyong, en su estreno como titular, apareció en el segundo palo para rematar un córner y adelantar al Villarreal ante un Aarón Escandell que nada pudo hacer.

El mazazo definitivo llegó en el 36’. Pape Gueye, con un zurdazo desde la frontal, firmó el 2-0 y encarriló el duelo antes del descanso. A esas alturas, el dominio local era absoluto. Los amarillos cerraron el partido con 67% de posesión, 19 disparos totales (7 a puerta) y 9 saques de esquina, frente a un Oviedo que apenas inquietó y se quedó en 3 tiros en todo el encuentro.

SEGUNDA MITAD

La segunda mitad se jugó a menor intensidad, condicionada por el calor y la humedad de agosto. La nota negativa para los de Marcelino llegó con la lesión de Gerard Moreno, sustituido poco después de la reanudación.

Pese a ello, el Villarreal supo administrar la ventaja y mantener su portería a cero sin sobresaltos. El momento más emotivo de la noche lo protagonizó Santi Cazorla, recibido con una ovación ensordecedora en el minuto 84, cuando volvió a pisar el césped de La Cerámica . El público amarillo, que lo considera un hijo adoptivo, lo despidió en pie.

Con este triunfo, el Villarreal arranca con buen pie y rompe su mala dinámica de debuts en casa, mientras que el Real Oviedo, en su vuelta a Primera tras 24 años, se marcha con la sensación de que el partido se torció desde muy pronto, entre el penalti errado y la expulsión que marcó todo el desenlace.

Reacciones:

• Marcelino (Villarreal): “Ganar el primer partido te genera buen sabor de boca… Contentos por romper la mala racha de los debuts en casa. Es pronto para valorar a los nuevos, pero estamos muy satisfechos. Etta Eyong lo merece. El calor y la humedad afectaron en la segunda mitad, pero empezar sin encajar da confianza”.

• Veljko Paunovic (Oviedo): “La expulsión nos mató a nosotros y al espectáculo… El penalti no señalado pudo cambiar el rumbo. Estoy orgulloso de los canteranos, pero la roja cambió todo. Este partido es un accidente; nuestra temporada empieza ahora, frente al Real Madrid”.

• Santi Cazorla (Oviedo, tras el partido): “Pasó de todo: fallamos el penalti, sufrimos una roja rigurosa, recibimos dos goles… La segunda parte sobró. Me trataron como un hijo más aquí; espero volver muchas veces más como espectador».