Los menos habituales ganaron cómodamente a un Olot que marcó el gol de la consolación en el descuento
Como estaba sobre el papel, el Sevilla vence al Olot y pasa de ronda. Los hispalenses han sobrepasado a los catalanes de manera plácida y se meten en dieciseisavos de final sin complicarse. Aunque los de García Pimienta, a pesar del resultado, pudieron haberse llevado un susto si Álvaro Ferllo no hubiera detenido el penalti provocado -otra vez- por Agoumé.
A verlas venir
El conjunto nervionense, como era de esperar, salió con un once de plagado de rotaciones, pero que, a priori, bastaría para vencer a un equipo de tres categorías menor, a sabiendas de la gran cita del próximo domingo frente al Atlético de Madrid en el Cívitas Metropolitano. Jesús Navas volvió a la titularidad, y como nos tiene acostumbrados, fue uno de los principales motivos de peligro del cuadro sevillano.
Lo cierto es que, a pesar del resultado, desde el inicio el Sevilla no estuvo del todo acertado. Trató de llevar la iniciativa, pero se encontró ante un Olot muy organizado presionando en bloque y muy junto, dejando pocos espacios, lo que impidió que los visitantes consiguiesen profundizar. A ello sumarle que los locales se atrevieron incluso a realizar alguna que otra internada, hasta el punto de provocar un penalti que, de haber entrado, podría haber cambiado en consonancia el rumbo del encuentro, pero Álvaro respondió y mantuvo el empate atajando la pena máxima.
No fue el del Olot el único, pues en el minuto 22, 4 más tarde del lanzamiento anterior, Montiel se encargó de poner al Sevilla por delante desde los once metros, y desde entonces, el partido, que siguió estando disputado, se fue al intermedio con una ventaja por la mínima para los andaluces.
Despertar para no caer en ninguna trampa
El descanso no le sentó bien al Olot, que nada más empezar, vio cómo el Sevilla, que salió más agresivo que en la primera parte, puso tierra de por medio a través de Juanlu. Idumbo, que volvió de lesión, entró tras la pausa por Saúl Ñíguez, que sigue sumando minutos tras haber pasado cerca de dos meses en el dique seco, pero siempre con cautela. Lo cierto es que el belga fue especialmente quien dotó al equipo de pronfundidad y verticalidad. Tanto es así, que fue quien puso el pase para que Iheanacho pusiese el tanto que sentenciaría la contienda, pero que no sería el definitivo, porque el gol del Olot aún estaba por llegar.
Ayala, en el descuento, marcaría el gol del honor para el cuadro olotí y sellaría el definitivo 1-3, que da el paso al equipo sevillano a los dieciseisavos de final.
Más historias
Rueda de Prensa de Djibril Sow: «Tenemos cosas, pero hay que mejorar en esta vuelta»
El Nápoles al acecho por Dodi Lukebakio
OFICIAL: Montiel vuelve a River Plate