Aún llegando el Valencia en buena dinámica a la jornada intersemanal, el Alavés —y sobre todo Mendizorroza— son dos activos que se le han ido complicando al conjunto che durante las últimas temporadas. Con un empate a 2 ante los babazorros que simbolizó el despido de Rubén Baraja hace apenas medio año, el conjunto de Mestalla visita un estadio donde no gana desde 2017, buscando romper la mala racha en dicho feudo.
El Valencia sigue soñando, siendo Mendizorroza y el Alavés la antepenúltima parada del curso. Un conjunto blanquiazul sumido en la pelea por el descenso y necesitado de puntos, al igual que un Valencia CF que podría aprovechar una jornada complicada para sus competidores por la octava plaza para dar un verdadero salto de gigante. Un salto que solo debería rematar en las dos últimas jornadas, donde Athletic y Betis deliberarán si el conjunto de Mestalla está verdaderamente preparado para Europa.
Licencia para soñar
El Valencia se ha ganado a pulso el derecho a ser colocado en la pelea por Europa. Desde la llegada de Carlos Corberán al banquillo valencianista, los de Mestalla han sumado 32 puntos: tan solo 2 derrotas ligueras frente a 9 victorias y 5 empates. Números que han elevado a los blanquinegros a un panorama totalmente distinto al acostumbrado durante los primeros meses del curso, habiendo pasado de hacer cuentas por la permanencia a soñar con la clasificación europea.
De verlo todo oscuro a ver la luz al final del túnel: así puede describirse la transformación del Valencia en los últimos meses. El equipo ha crecido junto a Corberán en aspectos como la solidez defensiva y el carácter competitivo en partidos fuera de casa, como bien se vio ante el Real Madrid o la UD Las Palmas. Allí, el conjunto valencianista superó una de sus «criptonitas» —ganar lejos de Mestalla—, consiguiendo 6 de los 6 puntos posibles en dichas fechas. Y ahora, con la mirada puesta en Mendizorroza, el Valencia quiere seguir creciendo y seguir soñando fuera de casa.
Ganar en Vitoria es media clasificación a Europa
El partido ante el Alavés pone a prueba a un Valencia en racha. Los dirigidos por Carlos Corberán llegan a la jornada 36 con el agua verdaderamente al cuello. La victoria del CD Leganés ante el Espanyol ha reducido la distancia entre babazorros y pepineros a 1 punto.
Siendo el encuentro ante el Valencia un verdadero ultimátum para el conjunto vitoriano, que podría caer a la decimoctava posición si los de Butarque sacan petróleo en su duelo ante el Villarreal.
Aún no llegando en su mejor momento de la temporada ni mucho menos en lo clasificatorio, Mendizorroza es un feudo “mata gigantes”. Villarreal, Real Sociedad, Mallorca o Atlético de Madrid han perdido puntos allí como visitantes, sirviendo ello de aviso para un Valencia que llegará a Vitoria con la importante baja de Javi Guerra, quien vio la quinta amarilla ante el Getafe.
El conjunto valencianista tiene la obligación de romper la racha negativa en feudo alavesista —2 empates y 3 derrotas en los últimos 5 duelos— si quiere dar un golpe sobre la mesa en una jornada clave. El Rayo se enfrenta al Betis, el Mallorca al Real Madrid y Osasuna al Atlético de Madrid, todos rivales directos por la clasificación a la Conference League.
Un final de temporada ilusionante para el Valencia
Aún siendo más un sueño que una realidad, la clasificación a Europa para el conjunto de Mestalla es, en cualquier caso, un auténtico regalo. Tener un final de temporada como el actual es algo que agradecen tanto los aficionados como los futbolistas, que tanto han padecido con su equipo durante las últimas campañas.
El haber pasado de pelear por el descenso a hacer números para entrar en Europa ha hecho al valencianismo recordar tiempos pretéritos, cuando luchar por competiciones europeas era rutina. Una rutina que le ha sido arrebatada al Valencia en la última década: tan solo tres clasificaciones continentales en los últimos diez años.
Ahora, a falta de tres jornadas, Mendizorroza es el primer desafío de los tres que le restan a un Valencia que, con muchos factores en contra, podría entrar en Europa o, por el contrario, terminar recordando la temporada como aquella que empezó siendo la salvación el objetivo y se acabó luchando por Europa.
¿Acabará el Valencia en Europa?
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