El Nou Mestalla ha recibido la luz verde de cara a seguir con unas obras que dieron comienzo hace pocos meses. La financiación de esos 322 millones de euros por parte del gigante mobiliario americano ha supuesto el paso definitivo de cara a una edificación que apunta a finalizar en 2027.
El Valencia ha dado un importante paso de cara a su futuro: financiar su futuro estadio. Tras meses de incertidumbre y negociación con el fondo de acciones Goldman Sachs, el conjunto de Mestalla ha podido depositar dicha cifra de 322 millones de euros que lo conducirán a tener un estadio que supera las 70.000 localidades.
Una obra parada desde 2009
Corrían otros tiempos por Valencia en cuanto a lo deportivo cuando desde la presidencia del conjunto valencianista, en comunión con la presidencia de la ciudad, se lanzó la idea de la construcción de un nuevo estadio, que dejase atrás un estadio de Mestalla el cual no podía padecer remodelaciones a causa de la localización en el que se encuentra dicho estadio —en una vecindad—.
El crecimiento del conjunto de la capital del Turia no fue más que la mecha que encendió la traca del futurible estadio del conjunto valencianista, que además de ser una masiva edificación de cara a la celebración de importantes actividades deportivas —como finales de Copa de Europa—, acogería importantes actos a la altura de finales de Liga de Campeones.
Con un acuerdo más que total entre ayuntamiento y la entidad valencianista, la nueva casa del Valencia CF daría su pistoletazo de salida en cuanto a inicio de construcción, concepto que daría un frenazo en seco a causa de la crisis que asoló el estado español, y que acabaría por posponer las obras del estadio que parecía planteado para el año 2012 y que a fecha de 2025, todavía no ha visto la luz.
Dicha deuda, además de frenar la construcción del coliseo valencianista, golpearía en seco a un Valencia que, al igual que su estadio, iría degradándose con los años.
Peter Lim, la compra del Valencia, promesa del estadio y una venta
El magnate asiático se hizo con el control de la mayoría de las acciones del Valencia CF (con un porcentaje superior al 90%) en el año 2015. Prometió, además de devolver al conjunto valencianista a la élite del fútbol europeo a base de inversión económica, finalizar las obras del estadio con una fecha marcada: 2019.
Lejos de cumplir con la finalización del estadio —además de renunciar a la idea de construir un equipo acorde a las exigencias europeas—, Peter Lim fue distanciándose del Valencia con el paso de las temporadas, dejando una inversión prácticamente nula mientras descapitalizaba el club en lo deportivo.
Tras varios años de críticas y más lamentos que alegrías, el conjunto valencianista parece encaminado hacia una venta que, aunque no inmediata, tampoco es lejana. La descapitalización del club, junto con los distintos movimientos relacionados con el nuevo estadio —gestionado por Goldman Sachs—, sugieren lo inevitable: se está preparando al Valencia para una posible venta.
Quedando cerrado de dicha manera el capítulo Peter Lim al que él mismo pondrá un final tras una etapa de incertidumbre y en muchos casos incredulidad dado que mucha gente aún se pregunta: para qué quiso comprar el Valencia si lo abandonaría deportivamente.
¿Cómo se ha llegado al Nou Mestalla?
Que el Nou Mestalla tenga vida no se entiende sin la venta del suelo del viejo Estadio de Mestalla, el cual, puesto a la venta y posteriormente comprado, simbolizó la pérdida de posesión del conjunto valencianista de ese terreno y, por lo tanto, el inicio de la cuenta atrás de cara a ser desterrado de la actual Avenida de Suecia.
Tras la venta por una cifra que oscila entre los 100-150 millones, tanto el ayuntamiento de Valencia dando el visto bueno al futurible coliseo valencianista, como el propio Valencia buscando ese capital extranjero que financie y devuelva en 28 bonos en un futuro medio-lejano, el nuevo Estadio de Mestalla ha visto la luz y ya circula hacia un futuro donde, además de tener como principal cita el acoger al Valencia CF tras dejar la Avenida de Suecia, volverá a hacer de Valencia una ciudad mundialista acogiendo el Mundial de 2030.
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