Los nazaríes vuelven a tropezar y logran un punto en un partido de locura
Nuevo tropiezo del Granada. Los de Guille Abascal empataron un encuentro que pudieron ganar en la misma proporción que pudieron perder. Los rojiblancos se marcharon a vestuarios en el intermedio cayendo 1-0 y mostrando una decepcionante versión. Cambiaron la cara de cara a una segunda parte casi guionizada. El balón parado, curiosamente, otorgó la remontada a los andaluces, aunque los ilicitanos apenas tardaron en volver a colocar unas tablas que se arrastraron a duras penas hasta el triple silbido definitivo.
Primera parte
Comenzó el partido con un Elche mandón con pelota (seña de identidad de Eder Sarabia). Sin crear excesivo peligro, los ilicitanos arrancaron manejando el timón del duelo ante un Granada que caía una y otra vez en el socavón de la precipitación y mostraba incapacidad para robar balones en campo rival. Llegado el minuto 20, Ignasi Miquel avisó de córner con un cabeceo al primer palo que se marchó desviado por poco.
Poco más tarde, reinó la tempestad en clave nazarí. Penalti en contra del Granada. El colegiado, tras revisar la acción en el VAR, señaló el punto de los 11 metros por una mano de Neva algo accidentada, pero, a su vez, punible. No perdonó Nico Fernández, cuyo potente y centrado chut chocó contra las mallas. Prosiguió sonando la misma orquesta durante el resto de la primera mitad, sin muestra de oposición de los visitantes. De las pocas llegadas a zona de peligro de los andaluces, destacó una por encima de las demás. Una contra liderada por Tsitaishvili concluyó con Reinier perdonando totalmente solo ante Dituro.
Segunda parte
Sentó bien el descanso al Granada. Los de Abascal reanudaron el encuentro con otros aires. Unos aires más enérgicos. Los nazaríes movieron el balón con mayor velocidad y contagiaron hambre de sumar puntos. Se notó especialmente el cambio de Uzuni por Weissman. El albanés aportó frescura y estiró al equipo cada vez que pudo con sus habituales desmarques. Precisamente, fue el ariete rojiblanco quien anotó el empate en un saque de esquina. Ignasi Miquel peinó el esférico y el balcánico no desaprovechó la oportunidad para estrenarse esta campaña.
También marcó la diferencia otro revulsivo: Gonzalo Villar. Apenas dos minutos después del empate, el centrocampista botó una falta que se convirtió en el 1-2, obra de Loïc Williams. El balón parado, que tantos dolores de muelas dio en las primeras jornadas en contra del Granada, en esta ocasión se coloreó de rojo y blanco. Sin embargo, cuando todo estaba de cara, un centro raso regateó a la zaga nazarí y Mourad volvió a colocar las tablas.
A posteriori, los ilicitanos intentaron aprovechar su momento de euforia para aumentar su cuenta goleadora (sin premio). Llegó el descuento. Seis minutos de añadido que pudieron finalizar de tres maneras diferentes. Ambos equipos ansiaban los tres puntos. El Elche, cociendo las jugadas a fuego lento. El Granada, esperando su momento con más espacios. Marc Martínez enseñó una mano salvadora para evitar el doblete de Mourad. Uzuni, rozando el pitido final, pudo transformarse en nuevo rey católico, pero Dituro se lo negó. Finalmente, la historia acabó con un final que no satisfizo a ningún equipo.
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