Los rojiblancos pecan tanto de falta de generación de peligro como de pegada y se dejan dos puntos
El Granada y el Mirandés han empatado a cero goles en el Nuevo Los Cármenes. Exceptuando el buen arranque de partido, los nazaríes tuvieron muchas dificultades para generar peligro en área rival ante un Mirandés bien plantado en defensa. Asimismo, los rojiblancos no estuvieron acertados en las pocas ocasiones de las que dispusieron. Tras una racha de dos victorias, el conjunto andaluz vuelve a tropezar en la eterna pelea por el ascenso. Esta vez, ante un rival directo.
Comenzó el Granada enchufado en el partido. Los nazaríes lograron numerosas llegadas a zona de tres cuartos, aunque no se transformaron en excesivas ocasiones en relación al dominio de los primeros minutos. Las más claras las tuvo Tsitaishvili, que estuvo a punto de rematar un centro de Villar en el área pequeña y, justo después, volvió a disponer de una ocasión que detuvo Raúl Fernández tirándose al suelo. El Mirandés, por su parte, esperaba cazar alguna contra y, por momentos, se mostró ahogado en salida de balón debido a las imprecisiones.
Abde Rebbach, al igual que la grada de Los Cármenes, protestó un posible agarrón dentro del área que el colegiado Sánchez López no señaló. Al poco de sobrepasar el cuarto de hora, Brau tuvo que ser sustituido ante una aparente lesión muscular. En su lugar, regresó al verde Carlos Neva cuatro meses y medio más tarde. Recibido en un principio entre pitos y aplausos, los halagos se acabaron imponiendo con el paso del tiempo.
Tras la primera veintena de minutos, los rojiblancos bajaron varias marchas y el Mirandés se empezaba a asomar con asiduidad a zona de peligro. Urko Izeta estrelló un precioso disparo desde la frontal contra la madera. Más tarde, el ariete del conjunto visitante volvió a amenazar con el 0-1, pero Luca Zidane salvó los muebles. Los rojiblancos, por su parte, se atascaron en exceso con balón. No obstante, Boyé desaprovechó una clara ocasión en pleno corazón del área tras una gran jugada individual de Rebbach. Al borde del intermedio, Ricard Sánchez buscó la escuadra con un tiro que no se marchó demasiado lejos. Al declarar el descanso, la afición local dedicó una sonora pitada a Sánchez López.
En la segunda parte, los nazaríes se atascaron con balón. El Mirandés, bien plantado en defensa, consiguió detener las ofensivas nazaríes. El Granada apenas encontró huecos en el muro jabato y mostró numerosas dificultades para dañar la zaga rival. Tras una jugada enrevesada, Alberto Reina, intentó una chilena que paró con mucho mérito Luca Zidane. Con el pasar de los minutos, los nazaríes no conseguían imponerse en el encuentro.
Para intentar desatascar el partido, Escribá introdujo a la hora de partido a Sergio Ruiz y Rodelas. Este último fue ovacionado al entrar al campo, aunque no tuvo el mejor de sus partidos. La entrada del alhendinense propició el cambio de banda de Rebbach. El extremo argelino fue el jugador que más activo se mostró durante el partido, tanto en el flanco izquierdo como en el derecho. Posteriormente, fue sustituido por Weissman, mientras que Stoichkov se desplazó a la banda derecha.
Con el partido igualado, Panichelli y Weissman dispusieron de dos ocasiones que, respectivamente, Luca Zidane y Raúl Fernández detuvieron sin dificultades. Sergio Ruiz colocó un centro raso que se paseó por el área rival sin encontrar rematador. No obstante, los rojiblancos no lograron resolver el atasco en los ataques. Stoichkov y Boyé estuvieron desaparecidos y poco acertados en sus intervenciones. Asimismo, vieron cartulinas amarillas tanto Loïc Williams como Brau, por lo que cumplirán sanción ante el Huesca. En la recta final de encuentro, los rojiblancos no lograron tumbar el muro mirandés y se marcharon a casa con un punto que sabe a poco.
Más historias
Crónica del Granada 3-1 Almería: los nazaríes suman tres puntos de oro para evitar descolgarse del play-off
Alineaciones del Granada – Almería: Escribá regresa al 4-4-2
Crónica del Tenerife 2-1 Granada: los nazaríes siguen en su línea fuera de casa