Los nazaríes certifican su tercera derrota consecutiva en un partido marcado por la expulsión de Pere Haro
Antes de comenzar la temporada, Pacheta explicó en rueda de prensa que, debido a la juventud de la plantilla, estaba dispuesto a pagar un peaje al principio de la temporada en búsqueda de lograr el mejor juego del equipo a lo largo de la temporada. Dicho peaje está saliendo muy caro tras la tercera derrota consecutiva de un Granada que continúa sin saborear ningún punto tras tres jornadas. Tras una primera parte demasiado plana del combinado rojiblanco, la segunda parte estuvo marcada por la tarjeta roja que vio Pere Haro y que supuso el primer tanto del Mirandés, obra del exrojiblanco Carlos Fernández de penalti. Los rojiblancos van a roja por partido, un dato que resulta muy preocupante tras tres encuentros. El Granada intentó la remontada durante la segunda parte a través de jugadas de Rodelas, Faye y Pablo Sáenz. Fue este último quien logró el gol del empate. El partido se abrió mucho y, tras varias ocasiones para ambos equipos, Petit anotó el tanto decisivo en la recta final del duelo. Los nazaríes, mientras tanto, juegan con mucho fuego.
Ambos equipos comenzaron derrochando intensidad desde el inicio. El Mirandés se dispuso a llevar la iniciativa, mostrándose superior en el juego durante los primeros minutos, aunque sin llegar a hacer temer a Luca Zidane. Manu Lama salvó un posible remate al segundo palo del Mirandés a bocajarro. Los nazaríes mostraban muchos problemas con balón para superar la presión rival, mientras que los envíos largos no surtían efecto. Las pocas ocasiones caían del lado del Mirandés, especialmente una ocasión de Iker Valera en una contra que dejó pasar cuando tenía remate a placer.
Con el paso del tiempo, se igualaron las tornas en la primera mitad. Los rojiblancos mantenían mejor el balón y trataban de atacar por ambas bandas a lomos de Arnaiz y Faye, mientras que el Mirandés estaba bien plantado atrás. El equipo logró alguna que otra llegada sin peligro, entre ellas una de Jorge Pascual sin peligro. Asimismo, los pupilos de Pacheta cargaban el área con Bouldini y el propio Pascual, aunque los centradores dejaron mucho que desear en este aspecto.
Tras varios minutos alejados de estrenar el marcador, el Mirandés dio el susto al borde del descanso. Álex Cardero, en una jugada de dificultad notable para el centrocampista, sacó un disparo que rebotó en su compañero Bauzà, logrando superar a Luca Zidane gracias a la parábola del balón. No obstante, el VAR llamó a Marta Huertas para revisar la jugada debido a que el balón había impactado en la mano de Bauzà, por lo que la colegiada anuló el tanto. No dio tiempo para mucho más en una primera parte muy floja del Granada.
La segunda parte no pudo empezar de peor manera. Pere Haro agarró a Carlos Fernández cuando se encontraba en ciernes de rematar un balón dentro del área. La acción acabó con penalti en contra del Granada y tarjeta roja para el canterano rojiblanco, lo que supuso la tercera expulsión de un zaguero del Granada en tres partidos. El propio Carlos Fernández asumió la responsabilidad desde los 11 metros, quien engañó a Luca Zidane para anotar el primer encuentro del partido. El exdelantero del Granada pidió perdón a la que fue su afición, mientras los nazaríes se caían a pedazos.
Ante la inferioridad numérica, ajustó momentáneamente Pacheta sin cambios de por medio. Faye actuó durante algunos minutos de lateral izquierdo, con Jorge Pascual por delante. No obstante, en el minuto 56, el técnico burgalés realizó un triple cambio. Salieron del verde Trigueros, Pascual y Arnaiz para dar entrada a Pablo Sáenz, Alemañ y Rodelas. Los nuevos jugadores dieron aire fresco y el Granada, en inferioridad numérica y con el marcador en contra se liberó y reaccionó en busca del empate. Rodelas, en el primer balón que le llegó, protagonizó un centro muy peligroso que se paseó por el área sin encontrar rematador.
En una jugada aislada, se le pudo cambiar la cara al Granada. Pablo Sáenz recibió una patada dentro del área y Marta Huerta señaló el punto de penalti en primera instancia. No obstante, tras varios minutos de revisión en la sala VOR, la árbitra acudió a la pantalla para revisar la jugada. El zaguero jabato tocó en primer lugar el balón y, posrteriormente, contactó con la planta del pie en la pierna de Pablo Sáenz por encima de la rodilla. Ante esta situación, la colegiada rectificó su decisión y anuló el penalti favorable al Granada.
El Granada siguió buscando el empate a través de unas bandas pobladas por Pablo Sáenz, Faye y Rodelas. El esfuerzo, finalmente, dio sus frutos. El extremo senegalés, actuando por la banda izquierda, sacó un centro que prolongó Alemañ. El balón le cayó a un Pablo Sáenz que, desde una posición muy ventajosa, no perdonó y anotó el gol del empate para alegría de la gente presente en Los Cármenes. La afición comenzó a proyectar su rugido soñando con una hipotética remontada.
Los nazaríes, con diez futbolistas sobre el campo, asumió riesgos en defensa, lo que dio lugar a una serie de ocasiones en un partido muy abierto. Cardero perdonó en una acción ante Luca Zidane, mientras que Tamarit buscó la escuadra desde la frontal y estuvo a punto de anotar un gran gol. Justo en la siguiente jugada, Faye volvió a protagonizar una buena acción desbordando por la banda y sacó un centro raso que estuvo cerca de empujar Bouldini. Sin embargo, en un saque de banda favorable al Mirandés en el minuto 84, el conjunto burgalés se volvió a adelantar. El combinado visitante sacó en largo y el ariete charrúa Petit remató de cabeza de primeras para volver a poner en ventaja a su equipo. Oscar se mostró blando en el duelo y Luca Zidane, que ni siquiera intentó la estirada, volvió a coleccionar una fotografía.
Los Cármenes señaló a Luca Zidane cada vez que tocó el balón después del segundo tanto del Mirandés. El Granada, a través de balones a un Pablo Sáenz que se echó el equipo a la espalda, armó una última intentona en busca de rascar un punto in extremis. La más clara la tuvo Faye en un saque de esquina botado por Pablo Sáenz y cuyo remate detuvo el guardameta Juan Palomares. Asimismo, el Mirandés también dispuso de varias ocasiones en la recta final para cerrar el partido, aunque se toparon con un Luca Zidane que siguió sin ser perdonado por la afición granadinista. Finalmente, tras un descuento de nueve minutos, el Granada certificó su tercera derrota consecutiva, elevando el nivel de preocupación a niveles muy altos.
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